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Ana García junto a su hija Sur
«Escuché el porrazo y, después, a la ginecóloga gritar que el bebé había caído al suelo»
Sucesos

«Escuché el porrazo y, después, a la ginecóloga gritar que el bebé había caído al suelo»

El SAS acuerda indemnizar con 46.942 euros a los padres de una menor que cayó al suelo durante el parto

Martes, 9 de abril 2019, 17:25

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«Escuché el porrazo. Desde entonces, llevo seis años sin poder dormir». La que habla es Ana García, su hija cayó al suelo durante el parto en el hospital Clínico de Málaga y ahora el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha reconocido el daño sufrido por la menor debido a este episodio.

Así lo han dado a conocer desde el Defensor del Paciente, desde donde explican que las lesiones que sufrió la niña debido a esta caída le ha ocasionado un retraso madurativo y escolar, la necesidad de cuidados especiales, además de reconocimiento de minusvalía y el hecho de que no se puedan descartar posibles daños neurológicos futuros. Al respecto, anuncian que el SAS ha acordado una indemnización de 46.942 euros para los padres de la menor.

Desde el Defensor del Paciente explican que los hechos ocurrieron el 16 de enero de 2013. Tras el ingreso de Ana García en el Clínico, fue trasladada al paritorio, donde fue atendida por una ginecóloga y una matrona, encontrándose también presente personal en prácticas, quienes observaron lo ocurrido.

Desde la organización aseguran que, «mientras que la matrona se encontraba ejerciendo presión sobre el vientre, la ginecóloga estimó necesario la utilización de fórceps, por lo que los introdujo, y mientras que ésta se encontraba sacando a la niña, en concreto cuando había sacado la mitad del cuerpo, la ginecóloga se giró, desatendiendo la situación, por lo que la recién nacida cayó al suelo desde una gran altura y con mucha fuerza«. Aseguran que se golpeó la cabeza con metal quirúrgico que había en el suelo de la sala, por lo que estiman que existió una descoordinación en el personal sanitario que atendía dicho parto, provocando así la caída.

Desde el SAS reconocen la caída, pero insisten en que ésta se produjo de manera fortuita. En un informe se expone que «la retirada del fórceps coincidió con una contracción que provocó la expulsión del feto de forma inesperada, por lo que no fue posible sostenerlo, cayendo al suelo».

En los días posteriores se remite a informes que ponen en negro sobre blanco las consecuencias de la caída. Entre otros aspectos, como desviación de la mirada, se detectó un trastorno cerebromotor que se relacionó con el traumatismo craneoencefálico sufrido por la niña al golpearse en la cabeza.

Ana García nunca olvidará ese momento: «Tras escuchar el golpe contra el suelo, se me quedó grabada la ginecóloga gritar que la niña se había caído«. Desde entonces, asegura que su vida se ha convertido en una carrera de fondo junto a su hija, trabajando para que la menor evolucione.

«Ha mejorado, pero tiene muchas secuelas. En clase es de las que va más retrasada y lo pasa fatal cada vez que se sube en un autobús o un coche, padece un vértigo muy fuerte«, señala Ana García.

Espera poder dejar atrás algún día el peregrinar por los distintos médicos a los que ha acudido para ayudar a su hija: «Ha sufrido mucho, ve a una bata blanca y se pone a temblar. Yo perdí mi trabajo, me echaron porque empecé a faltar mucho para poder acompañar a la niña a las revisiones y a los distintos especialistas«.

Pero la batalla aún no ha finalizado. El abogado del Defensor del Paciente Francisco Damián Vázquez ha informado de que recurrirán a la vía judicial al no estar conformes con la indemnización que se ha establecido por parte del SAS.

Ana García insiste en que no es una cuestión económica la que la mueve, ya que su hija ha sufrido mucho por lo ocurrido: «Voy a seguir luchando hasta que pueda, porque es inaceptable que algo así pueda ocurrir. Espero que ninguna familia más tenga que pasar por esto y que se establezca un mecanismo para que esto no pase, por ejemplo, con un suelo amortiguado«.

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