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Jueves, 18 de junio 2020, 12:37
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La buena evolución en la propagación del coronavirus se constata cada día con el parte que publican las autoridades sanitarias, pero también en las depuradoras de Málaga capital, donde las muestras que se vienen realizando desde mediados de abril en las aguas fecales para rastrear la presencia del Covid-19 confirman la ausencia de trazas detectables en las últimas semanas. Estos análisis son una de las herramientas clave para conocer con mayor anticipación si se está produciendo un rebrote de la enfermedad, ya que el virus se excreta a través de las heces desde la etapa inicial del contagio, incluso antes de que puedan aparecer los primeros síntomas. El estudio que la empresa municipal de aguas (Emasa) está desarrollando junto al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) refleja que en las muestras tomadas la semana pasada en las depuradores del Guadalhorce y Peñón del Cuervo (se realiza una por semana en cada instalación) el resultado ha sido negativo. Una ausencia de trazas detectables de material genético del SARS-Cov-2 que también se dio durante la segunda y la cuarta semana de mayo.
Según informan desde la compañía, los resultados de este estudio arrojan hasta la fecha una evolución dispar de la prevalencia del coronavirus en el agua residual en función de la zona de procedencia. Así, en la depuradora del Guadalhorce, que recoge las aguas residuales de las zonas oeste, norte y centro de la ciudad, así como de los municipios de Torremolinos y Alhaurín de la Torre, se registró un descenso del 48% de material genético del SARS-CoV-2 respecto a la semana anterior. A su vez, los datos que se han obtenido en esta depuradora desde la primera semana de mayo hasta hace siete días se han mantenido por debajo del umbral de detección de las pruebas.
Por su parte, los análisis de las muestras extraídas en la estación del Peñón del Cuervo (trata las aguas residuales de la zona este) indican que se han producido diversas fluctuaciones en la concentración del virus. En esta depuradora se observó en la última semana de abril un incremento del 66% en la carga viral respecto a la semana anterior. También durante la primera semana de mayo se detectó un nuevo aumento de la presencia de coronavirus, que supuso el valor máximo registrado, y que marcó la tendencia a la baja que reflejan los análisis posteriores. A partir de ahí, solo se han hallado trazas del material genético del virus en dos de las muestras analizadas, mientras que los resultados han sido negativos en el resto de las pruebas, incluidas las de la semana pasada.
El acuerdo entre Emasa y el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos, dependiente del CSIC, para el desarrollo de este estudio se mantendrá, al menos, durante el período en que se mantengan en vigor las medidas de seguridad y prevención decretadas por las autoridades sanitarias.
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