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Los agentes de la Policía Local de Málaga se fijaron en él por su actitud sospechosa. Caminaba de una forma extraña, por lo que decidieron identificarle. Su experiencia no falló, ya que sorprendieron al sospechoso con unos 400 gramos de joyas de oro que llevaba escondidas en la parte genital de la ropa interior, según han informado las fuentes consultadas por este periódico, quienes han precisado que el varón de unos 30 años de edad y de nacionalidad georgiana acabó siendo detenido.
Los hechos tuvieron lugar hace unos días en la calle Reboul de la capital malagueña, situada en la barriada de La Unión. Los agentes que intervinieron pertenecen al Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga.
Los efectivos de esta unidad del cuerpo de seguridad local trabajan vestidos de paisano para pasar desapercibidos. Cuando se encontraban patrullando, observaron en la calle a dos hombres que despertaron sus sospechas. Las mismas fuentes han manifestado que se encontraban en actitud vigilante, nerviosos, sobre todo uno de ellos que, además, caminaba de una forma extraña.
Por ello, los policías locales decidieron actuar. Se acercaron hasta estos dos hombres y se identificaron con sus placas. Con uno de ellos no hubo problemas, mientras que el otro se mostró más reacio a su intervención.
Al parecer, el individuo se negó a identificarse ante los agentes del cuerpo de seguridad. Asimismo, siempre según han manifestado las mismas fuentes, se habría negado repetidamente a someterse al cacheo preventivo que, finalmente, llevaron a cabo los policías locales.
Fue entonces cuando los agentes del GIP encontraron el botín. En concreto, llevaba las joyas ocultas en la parte genital de la ropa interior. Fueron halladas e intervenidas más de 50 piezas de oro, entre las que había anillos, pendientes, medallas, gemelos, broches de alfiler y hasta pisacorbatas, según las mismas fuentes. Numerosas joyas que arrojaron un peso de unos 400 gramos.
Ante el hallazgo, los agentes del GIP preguntaron inmediatamente sobre la procedencia de las joyas al sospechoso. Este, según han señalado las fuentes, ofrecía un discurso plagado de incoherencias.
Las piezas también tenían inscripciones con nombres de diferentes personas, a lo que el varón tampoco daba una explicación coherente. Por todo ello y al no tener domicilio conocido, el joven georgiano quedó finalmente detenido por la Policía Local.
La sospecha de los agentes es que estas joyas eran el botín de diversos robos en domicilios, según han explicado las mismas fuentes, quienes han apuntado que los policías locales consideraban que el individuo podía dirigirse a algún lugar para venderlas en el mercado negro.
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