Detenido el presunto autor de la agresión sexual a una menor de 16 años durante la Feria de Málaga

El arrestado es un hombre de 32 años, vecino de Málaga capital. Los agentes trabajaron durante esos días en su identificación a partir de la descripción física aportada por la denunciante, que refirió una serie de tatuajes concretos y una cicatriz muy característica, además de la calle donde estaba el domicilio del sospechoso, en el que ella se despertó a la mañana siguiente, aturdida y sin recordar lo sucedido.

Con esa información, los investigadores de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional acabaron poniendo nombre y apellidos al supuesto autor, al que detuvieron el jueves. Le leyeron los derechos por un delito de agresión sexual y lo pusieron inmediatamente a disposición judicial.

El arrestado compareció ese mismo día ante el Juzgado de Instrucción número 14 de Málaga, que decretó su puesta en libertad con cargos investigado por un delito contra la libertad sexual cuya tipología (agresión o abusos, si se confirman los extremos relatados en la denuncia) se concretará en la fase de instrucción, según precisaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Como medida cautelar, el juez impuso al sospechoso una orden de alejamiento respecto a la víctima y se inhibió del caso, que recaerá sobre el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la capital, el cual estaba de guardia cuando sucedieron los hechos.

Todo ocurrió durante la madrugada del 15 de agosto, aunque no trascendió hasta ese mismo día por la tarde, cuando la menor le contó a la madre de una amiga que se había despertado desnuda en la casa de un desconocido y que sospechaba que había abusado de ella. La mujer acompañó a la adolescente a las dependencias del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga, cuyos agentes, tras escuchar el testimonio de la chica, trasladaron el caso a la UFAM.

Tal y como informó SUR (ver edición del día 17 de agosto), la menor contó que todo comenzó la madrugada anterior, cuando se encontraba en el Real de Cortijo de Torres. Según el primer relato que ofreció a los agentes, en un momento determinado perdió de vista a sus amigas, a las que no podía localizar porque su teléfono móvil se había quedado sin batería.

Mientras las buscaba, se topó con una conocida, que se encontraba a su vez con un hombre de entre 30 y 35 años, según le pareció a ella (el detenido tiene 32). Al verla llorando, le preguntaron qué le pasaba y les contó que había perdido de vista a sus amigas y no tenía dónde pasar la noche (tenía previsto dormir en el domicilio de una de ellas), puesto que llevaba días fuera de casa tras una discusión con su madre.

Según siempre su versión de lo sucedido, el hombre se ofreció a acompañarla y a ayudarla a localizar a sus amigas, que estaban en la feria. Como ella no lo conocía, le preguntó a la otra chica si se podía fiar de él y, al parecer, esta le dijo que sí, que era «buena gente».

Tras calmarla, el individuo le ofreció compartir la copa que él estaba tomando. Después, estuvieron caminando, tratando de localizar a las amigas, y llegaron a salir del recinto ferial. Entonces –manifestó ella a los agentes– empezó a sentirse mareada e indispuesta, lo que le extrañó porque no era la primera vez que bebía.

De acuerdo con su versión de los hechos, el hombre le reveló que en la bebida iba disuelta una pastilla de MDMA. Como no se encontraba bien, el individuo le ofreció subir a su casa para enchufar el móvil, y ella aceptó. Una vez allí, le dio una pastilla, según le dijo, para que se tranquilizara.

A partir de ahí, la adolescente aseguró no recordar nada más hasta que se despertó a la mañana siguiente en ropa interior y con lesiones en los brazos. El sujeto, que estaba junto a ella en la cama, desnudo, le dijo que habían mantenido relaciones, según denunció la menor. Tras abandonar el domicilio, acudió a la casa de un amiga y le contó lo ocurrido a la madre de ésta, que la acompañó a las dependencias policiales.