Critican las «hinchadas del PP y el PSOE» en un pleno que empezó siendo un gallinero

Vamos por partes. Como todo hacía suponer que los vecinos de Villas del Arenal se convocarían en el pleno, y que generalmente en sus intervenciones loan el trabajo del PP en la tramitación de sus expedientes de infracción, como finalmente así fue, con agradecimientos expresos a los ediles populares Teresa Porras y Francisco Pomares, los socialistas aprovecharon para convocar también a los suyos en un alarde de poderío al que asistieron los dos exconcejales socialistas Rafael Fuentes y Manuel Hurtado, así como los delegados de Empleo y Agricultura, Mariano Ruiz Araujo y Francisco Javier Salas, respectivamente. El despliegue socialista, que ellos llamaron ayer «encuentro de fraternidad», era evidente.

Pero puestos a contarlo todo, los socialistas fueron mucho más listos que los populares, ya que los suyos entraron mucho antes al Ayuntamiento en un número suficiente para que no pudiese entrar nadie más por cuestiones de aforo. Cuando el PP y Teresa Porras fueron a echar mano, los socialistas estaban arriba acreditados, y los de Villas del Arenal (a excepción de uno o dos) estaban sin poder entrar, en la puerta de abajo. Pero, pese a que el listado de asistentes estaría lleno, Porras y Mario Cortés acreditaron a los vecinos de Villas del Arenal y de repente se encontraron todos arriba. Unos 80 vecinos cuando el aforo no supera los 50. Y la tesitura, real, de que no cabían todos en el pleno. Llegaban las discusiones entre De la Torre y el portavoz socialista, Dani Pérez, para ver quién tenía derecho a pasar. El alcalde defendía que lo hicieran los vecinos de Villas del Arenal porque se trataba un asunto que les concernía;y Pérez, argumentaba que tenían que tener acceso los que habían llegado antes, es decir los invitados del PSOE. Junta de portavoces de urgencia, en la que queda claro que la potestad es del alcalde para ordenar.

Y ahí que ni corto ni perezoso que De la Torre se sitúa en la puerta de entrada al salón de plenos, de portero, y empieza a dar paso antes a los residentes de Villas del Arenal entre empujones, codazos, y gente nerviosa y angustiada. Lo cierto es que estaban ya calentitos porque les habían tenido casi una hora esperando con la incertidumbre de si finalmente podrían entrar. Ante tal nivel de crispación se esperaba cualquier cosa. Todo un despropósito. Esperpéntico.

Por eso ayer Málaga Ahora, Ciudadanos e IU se quejaban del mal ambiente, de las dos hinchadas del PSOE y del PP, y decían que fue penoso. «Esto no debía repetirse;sería lamentable que tuviéramos que llegar a cuotas de participación por partidos», explicaba el portavoz de IU, Eduardo Zorrilla. Para la líder de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, la peor estampa fue la del alcalde haciendo de portero y diciendo quién podía o no acceder entre el gallinero que se había creado fuera. Y Cs hacía valer que no se puede traer a gente para que moleste al resto, «nosotros nunca lo hacemos», frase a la que se sumaban también Málaga Ahora e IU. «Fue un auténtico despropósito que el PPy el PSOEbusquen de esa forma un arma arrojadiza contra el rival», añadían los naranjas.

El portavoz popular Carlos Conde, defendía ayer, al igual que Teresa Porras, que los vecinos de Villas del Arenal tuviesen prioridad para pasar porque éstos «observaban que se politizaban sus expedientes, así como el contrasentido de ver que quienes se alineaban con su causa ahora lo utilizaban para erosionar al equipo de gobierno;que temían que se fuesen a judicializar sus expedientes y venían al pleno para que a través de sus portavoces se escuchara el sentir de su comunidad». Porras incidía en que hay que cambiar el orden de entrada al pleno para que los que se vean afectados por una causa tengan prioridad y defendió al alcalde diciendo que veía «injusto» que los residentes de Villas del Arenal se quedaran fuera. De hecho, lo cierto es que el regidor los dejó pasar antes. Conde y Porras subrayaban que lo que no entendían era el despliegue de cargos del PSOE y a cuento de qué iban.

En el grupo socialista subrayaban que todos los ciudadanos están en su derecho de entrar al pleno, y que en su caso habían celebrado un café de fraternidad en el grupo socialista, y que los suyos se habían quedado a escuchar el pleno. «Con nuestros invitados se puso en evidencia que nadie venía a arengar a nadie, quedamos para un encuentro de familia», explicaban.

Más allá de las percepciones de cada cual, lo cierto es que el espectáculo fue el que fue. De eso no hay duda.