El consumo de tabaco se dispara durante el periodo de confinamiento
Un 40 por ciento de fumadores reconoce que el encierro en su casa ha favorecido el incremento diario de cigarrillos
El tabaco es como una eficaz tela de araña: atrapa a quienes caen en sus redes y no los suelta. El poder adictivo de ... la nicotina hace que cueste dejar de fumar, sobre todo en situaciones excepcionales como la vivida en el confinamiento. Fumadores consultados por este periódico han dicho que durante la etapa de encierro en sus casas han aumentado el consumo de cigarrillos diarios. Este hecho negativo cobra especial vigencia hoy con motivo de la celebración del Día Mundial sin Tabaco, fecha en la que se incide en el daño que representa el tabaquismo para la salud y que busca concienciar a los jóvenes para que den de lado a un hábito muy perjudicial.
Una encuesta sobre el consumo de tabaco llevada a cabo por Top Doctors, plataforma 'on line' que ofrece información sobre los mejores especialistas médicos de la sanidad privada, revela que hasta un 40 por ciento de los consultados aseguró haber fumado más desde que empezó la pandemia y se decretó el estado de alarma, lo que los obligo a estar en sus casas. Los que se consideran fumadores habituales indicaron que han fumado el doble.
Hoy se celebra el Día Mundial sin Tabaco, que hace hincapié en evitar que los jóvenes se inicien en ese nocivo hábito
A ese respecto, el responsable de la unidad de tabaquismo de la junta provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Salvador de Oña, explicó a SUR que, aunque no ha realizado un estudio concreto sobre el consumo de tabaco durante el confinamiento, estádemostrado que las personas que deben permanecer convalecientes e inmovilizadas en sus domicilios una larga temporada, tras haber sido operadas de una dolencia traumatológica, fuman más. Esos fumadores recurren al tabaco como sedativo y para luchar contra el aburrimiento al no poder moverse de su casa. Algo similar, considera el doctor De Oña, ha sucedido durante la etapa de confinamiento. «Estar encerrados tiene una repercusión negativa, puesto que provoca una percepción de ansiedad, estrés y angustia. Para combatir esa sensación, los fumadores incrementan su consumo de tabaco, señaló este médico especializado en tratamientos para vencer el hábito tabáquico.
El doctor De Oña puso de manifiesto que los exfumadores que han tenido el apoyo de sus familias durante la cuarentena les ha sido más fácil hacer frente a la tentación de volver a fumar. En cambio, se han registrado más recaídas entre las personas con escaso soporte social y familiar.
Los expertos alertan de que los fumadores tienen un mayor riesgo de complicaciones graves si sufren el coronavirus
El responsable de la unidad de tabaquismo de la junta provincial de la Asociación Española contra el Cáncer dejó claro que se ha descartado que la nicotina tenga un efecto preventivo contra el coronavirus. Al contrario. Lo que está confirmado es que el tabaco supone un mayor riesgo a la hora de desarrollar complicaciones graves e, incluso, de muerte, si se sufre el Covid-19. Respecto a si la exhalación del humo del tabaco puede ser fuente de contagio al expulsar gotitas que transmitan el SARS-CoV-2, el doctor De Oña considera que eso no es así. Y argumentó su afirmación en que estudios realizados sobre virus gripales no han encontrado una relación causal entre la exhalación del humo y el contagio de la enfermedad.
Fumadores en Málaga
En la provincia de Málaga fuma el 31,4 por ciento de los hombres y el 24,6 por ciento de las mujeres, precisó De Oña. La franja de edad de 45 a 54 años es la que concentra a más adictos al tabaco. Para lograr una reducción del número de fumadores, este médico incidió en la necesidad de aplicar cada vez más políticas que favorezcan los espacios libres de humo. En ese sentido, el doctor De Oña aseguró que hay terrazas de bares en las que no debería permitirse fumar, porque no cumplen lo establecido sobre ese asunto en la legalidad vigente.
«Para cortar de raíz el problema del tabaco habría que incrementar el precio tanto de las cajetillas de cigarrillos como del tabaco de liar. Esa es la forma más eficaz para conseguir que la juventud no se adentre en el peligroso hábito tabáquico», declaró. «Elevar el precio del tabaco sería el cortafuegos más importante para evitar que los más jóvenes se incorporasen al hábito de fumar de forma rutinaria», puso de apostilló De Oña.
Sobre la creencia popular de que el tabaco de liar es más sano, porque carece de aditivos, este experto precisó que esa idea es errónea, ya que acumula más nicotina, alquitrán y monóxido de carbono. «En igualdad de condiciones, el tabaco de liar resulta más peligroso que el tabaco manufacturado», significó Salvador de Oña. «No existe un tabaco bueno para la salud», recalcó.
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