Los concejales de Málaga, ante el vértigo de quién estará en las listas
En verano y vísperas de la feria se suponía que el Ayuntamiento estaría en modo calma chicha, pero las elecciones a nueve meses vista han agitado ya el runrún sobre quiénes serán elegidos
Una extraña calma chicha recorre los pasillos de la Casona. Parece que nada pasa. El verano tórrido ha hecho su aparición para quedarse; detrás la ... feria, ¿Quién dijo política? Sin embargo, el movimiento en las bancadas de ediles está, curiosamente en un punto álgido. Los dimes y diretes ante los nuevos fichajes en el Gobierno andaluz de Juanma Moreno Bonilla han abonado la tierra de los que estarán las listas municipales en las próximas elecciones de mayo de 2023. Sólo quedan nueve meses por delante. Y vuelan.
Una cena, días atrás, en un conocido establecimiento del centro de Málaga, a la que fueron de forma privada, según cuentan, el presidente andaluz así como el coordinador general del partido, Elías Bendodo, junto a otros elegidos, ha levantado todo tipo de comentarios en la Casona cuando todavía hay viceconsejerías y direcciones generales sobre la mesa. Platos, todo hay que decirlo, que no son del agrado de los concejales populares como principales, pero que en el caso de saberse desechados para entrar en la próxima lista municipal, les resultaría una patada para arriba muy interesante, que decía ayer jocoso uno de ellos.
Así, que unos y otros, añadieron comensales a la cena y expusieron quiénes podían dar el salto a lo autonómico, que luego los presuntos 'elegidos' negaban. Lo cierto, es que hoy por hoy, casi todos parecen que se quieren quedar, aunque el concejal de Movilidad, José del Río, haya comentado a la oposición que estaba camino de jubilarse. También se habla de que la independiente Susana Carillo podría volver a sus menesteres tecnológicos en la privada. «Tanto si lo hace como no, el alcalde siempre tendrá un sitio para ella», decían el otro día cercanos al primer edil, indicando que si bien no es la portavoz del equipo de gobierno que preveían, sí podría tiene perfil de alta funcionaria. Lo que tienen claro es que para los debates políticos del pleno mejor se fajan los de siempre, los del colmillo afilado, los que no le compran esa teoría de que a la política se viene sólo a gestionar. «Cuando la oposición adora a alguien, algo no está haciendo muy bien», que decían.
En fin, en principio casi todos juegan, y el vértigo de ver con quiénes contará seguramente Francisco de la Torre (si se decide finalmente, que es lo previsible), y el partido, les pone atacados. Piensen, por un momento, que en mayo del año que viene, si no se andan listos, se quedan sin trabajo. Pues tal cual lo viven ellos.
Así, que salvo sorpresas de que alguno se vaya finalmente a jugar a la división andaluza, todos pujan por seguir. Pero con el subidón que tienen por el triunfo sin ambages de Moreno Bonilla y las últimas encuestas sobre las elecciones municipales, que hicieron antes de las autonómicas, barruntan que no bajarán de los 15 ediles (ahora son 14, y la mayoría absoluta está en 16), así que salvo los caídos en desgracia, la mayoría repetirá. Hasta ahora las listas vienen siendo bastante conservadoras y continuistas.
¿Y cómo andan las cosas por el PSOE? Pues también por el estilo, porque están los favoritos y los que tendrán que hacerse hueco. En las pasadas elecciones municipales, Dani Pérez se la jugaba en las primarias y quería arrasar, y eso tenía un componente orgánico importante: contar con las agrupaciones, las que tienen repartidas el PSOE por toda la ciudad y que son el aparato orgánico del partido descentralizado. No faltará lugar para Mariano Ruiz Araujo, mano derecha de Pérez. Alicia Murillo, otra de los predilectos, parece que culminará el mandato municipal, pero su lugar está ya en el Parlamento andaluz, donde es diputada por Málaga. Del resto, todo dependerá de los equilibrios orgánicos, pero los que eran susanistas están especialmente concernidos con su futuro, algo que no esconden en la intimidad.
En Unidas Podemos, lo cierto es que la unión se quedó para el titulito del partido, que por cierto empezó llamándose Adelante Málaga. En la actualidad, Podemos e Izquierda Unida han ido creando sus propios espacios diferenciados, y es una rara avis ver a los tres ediles juntos, apenas en las ruedas de prensa previas al pleno. Lo cierto es que la concejala Remedios Ramos sigue subiendo enteros dentro de su partido, y fuera de él, y lidera actualmente un proceso para sumar pequeñas formaciones del ala izquierda con las que quieren confluir a las próximas elecciones municipales. En todo este proceso, Sumar, que propugna la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz tendrá su peso.
En Podemos, tanto monta, monta tanto, la portavoz Paqui Macías como el viceportavoz Nicolás Sguiglia. La primera estuvo a punto de saltar a las autonómicas como parlamentaria, pero tras ver el puesto que le tocaba, no menos del número 5 por Málaga, parece que se lo pensó mejor. Sguiglia también estuvo antes en esa tesitura, pero otras cuestiones le apartaron de la carrera. En Podemos también se estilan las primarias, así que los que se vayan a presentar y lo que finalmente ocurra con los que pujan es siempre una incógnita. Pero que la Casona engancha es una realidad más que tangible.
En Ciudadanos están más preocupados de su futuro que de otra cosa. La actual portavoz naranja, Noelia Losada, la única edil del grupo, ya ha dado cuenta en varias ocasiones de que está en el ánimo de volver a presentarse, pero antes deberá, salvo sorpresas, pasar las primarias de su partido, que ha desaparecido del espacio institucional autonómico. Les quedan nueve meses para remontar, pero lo cierto es que es una tarea titánica. De la Torre es un animal político y tiene ese carisma y capacidad de fagocitar a todos a su alrededor. Lleva haciéndolo más de veinte años. Como muestra, un botón: después de cinco años, hizo el pasado domingo la travesía a nado del puerto y acaparó la atención de todas las cámaras. En cuestiones mediáticas, hoy por hoy sigue siendo imbatible.
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