El colegio Misioneras Cruzadas reparte alimentos a 100 familias que se han quedado sin ayuda de la Junta
Un centenar de alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato y otros 20 alumnos de un instituto público en exclusión social recibirán cada martes y jueves tres comidas principales para hacer frente a la semana
Un centenar de escolares de Infantil, Primaria y Secundaria del Colegio Misioneras Cruzadas de la Palmilla han recibido hoy tres comidas para hacer ... frente a la precariedad que sufren en sus casas, justo ahora que se han quedado en mitad de este estado de alarma fuera del programa de refuerzo alimentario de la Junta. «No entendemos cómo estos niños que están en exclusión social y que viven verdaderos dramas en su casa han sido olvidados por el Gobierno andaluz; ¿qué más da que estén en colegios públicos o concertados», explicaba hoy su director José Miguel Santos, el mismo que recogió las alfombras de los Goya para que sus niños se sintieran estrellas por un día. Así que, con el esfuerzo de los docentes del centro y del personal del comedor, el colegio ha conseguido suplir esta carencia gracias a la colaboración de Cáritas, la Agrupación de Cofradías, la Cofradía de la Santa Cruz, la congregación del propio colegio, Misioneras Cruzadas y donaciones de personas particulares.
El Colegio de las Misioneras Cruzadas ha realizado hoy el reparto de comida cumpliendo las medidas higiénico-sanitarias y la separación de dos metros de las familias, que recibirán los alimentos todos los martes y los jueves de 12.00 a 14.00 horas. Es más, su director explica que han recibido hoy la voz de alerta de que 20 niños de un instituto público también lo están pasando francamente mal en sus casas, y para no dejarles fuera, «para no hacer distinciones con nadie, ni público, ni privado, los vamos a sumar a nuestro plan de ayuda que durará en principio tres semanas», explicaba hoy José Miguel Santos, añadiendo que el reparto entre los beneficiados había sido ejemplar y que todos se sentían enormemente agradecidos. Hoy les han proporcionado un primer plato, segundo, ensalada de pasta, palitos de merluza, crema de calabacín, patatas fritas, nuggets de pollo, pan y fruta.
Entre los dramas de este centenar de familias, alguna que con 10 hijos que lleva comiendo «pan mojado en ketchup más de una semana». «Tenemos el WhatsApp cargado de fotos y de mensajes de agradecimiento, donde nos muestran que sus hijos por fin están comiendo«, indicaba José Miguel Santos, que se sentía muy agradecido por el esfuerzo y la buena acogida que han tenido cuando han pedido ayuda a asociaciones y particulares. Es más, también quería dar las gracias expresamente al área de Servicios Operativos porque hoy les han dado 100 menús que les han sobrado, y así este colegio ha podido ayudar no sólo a los niños que reciben los alimentos, sino a los hermanos de éstos que no están en el centro y que también lo necesitan. «Sorprendentemente acogemos lo que a otros les sobra», explicaba sin ambages.
Este docente quiere agradecer a todos sus profesores y monitores la labor que están realizando con las familias y con los niños, a los que escuchan por teléfono casi a diario, «porque no solo hay que darles pan, también hay que darles esperanza; estos momentos son durísimos para mucha gente que se ha quedado sin trabajo». En esta línea, el director del colegio Misioneras Cruzadas contaba cómo una madre había renunciado a la ayuda porque había encontrado un trabajo y pedía encarecidamente que sus bolsas de comida se las dieran a otros niños más necesitados. «Las familias se están portando de forma excepcional», añadía Santos visiblemente emocionado.
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