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El Parque Tecnológico es el mayor punto negro del tráfico en la capital. Trayectos que deberían poder hacerse en 22 minutos en condiciones normales (según Google Maps) se prolongan en las horas punta de entrada y salida durante al menos 50. En momentos de especial intensidad, días de lluvia o cuando ocurre un accidente, la caravana puede llegar a una hora y media, según denuncian los sufridos trabajadores de la tecnópolis. Para colmo, aparcar es también muy complicado, por la escasez de plazas. Todo esto ocurre desde hace aproximadamente una década, que es cuando tiene lugar el boom de empresas y plantillas en el recinto empresarial de Campanillas.
Las administraciones implicadas (Junta y Ayuntamiento); los gestores del PTA y las principales compañías con sede allí están de acuerdo en que existe un problema que hay que solucionar con celeridad, máxime cuando la masa laboral no para de crecer (ya va por 19.000 personas) y existen planes avanzados para hacer una ampliación (que llegará hasta las 50.000). El acuerdo no es tan unánime a la hora de valorar las vías para afrontarlo. Pero, sobre todo, lo que se ha convertido en el caballo de batalla de un movimiento espontáneo de afectados es que todavía no se haya tomado ninguna de las medidas acordadas, que siguen enmarañadas en la burocracia.
La situación empezó a complicarse a mediados de la pasada década, entre los años 2006 y 2007. Posteriormente, se produjo un punto de inflexión con la apertura de la Hiperronda, entre finales de 2010 y 2011. Hasta entonces las colas en la autovía del Guadalhorce eran interminables. A partir de aquel momento se notó una mejora notable del itinerario hasta la última milla, casi hasta las puertas del recinto. Pero es ahí donde no ha habido casi ningún avance.
Para evaluar la situación actual no hay más que hablar con los trabajadores, entre los que el malestar y la sensación de abandono es unánime. «Empecé a trabajar allí en 2003 y la situación no ha hecho más que empeorar en estos 15 años; antes la retención era puntual, ahora diaria», denuncia Pedro Pascual, que trabaja en desarrollo de negocio en Oracle. Según relata, su mujer y él tienen sus oficinas en el Parque y deben acceder obligatoriamente en coche porque viven en Rincón de la Victoria. «No hay solución para los que vivimos en el entorno metropolitano». En su empresa, al menos, tiene flexibilidad de entrada y suele llegar a las 9.30, cuando el tráfico ya está más fluido; pero ella tiene que hacerlo a las 9.00 (en OP Plus) y eso le obliga a darse un buen madrugón cada día. «El problema de movilidad hace que algunas empresas no quieran instalarse en el PTA, y otras ya se han ido».
José Ignacio Jardí, ingeniero de Caminos y presidente del Hub de Innovación Ferroviaria, también lo sufre, a pesar de vivir más cerca, en Alhaurín de la Torre. «En las horas punta de entrada y salida siempre hay congestión, por la gran acumulación de trabajadores que entran y salen en la mismas franjas horarias. Sobre todo, es muy complicada la salida los viernes». En su caso, si no hay atasco tardaría 15 minutos, y con las retenciones supera la media hora para el mismo trayecto. «Es evidente que hay una saturación en las horas clave, sin duda alguna».
El testimonio más duro lo aporta otra empleada de OP Plus que prefiere no desvelar su identidad. Y tiene razones para ello, puesto que reconoce abiertamente que a veces se ve obligada a cometer infracciones de tráfico para no llegar tarde a la oficina. Vive en la zona del Limonar y sale cada mañana a las 7.10 para fichar a las 8.00 en punto. «¡Son 50 minutos!», exclama. Gracias a la Hiperronda la mayor parte del recorrido va bien, pero la caravana empieza ya en el entronque con la autovía del Guadalhorce (A-357). «Los coches no andan y en muchas ocasiones tenemos que conducir por el arcén. Mucha gente lo hace, aunque todos sabemos que es ilegal, y si no llegamos tarde», admite. «Estoy preparada para la multa». Aunque suelen compartir el coche entre varios compañeros, asegura que las carreteras «no dan para más».
«La primera vez que hablé de los problemas de acceso fue entre los años 2006 y 2007. Lo veíamos venir y había tiempo suficiente para solucionarlo, pero no se hizo», se lamenta Felipe Romera, director del PTA. Con la apertura de la segunda ronda mejoró mucho, pues hasta entonces había una congestión diaria de media hora en la autovía del Guadalhorce. Con 19.000 trabajadores, gracias a los turnos en las empresas, entre las 7.00 y las 9.00 horas (que es la hora punta de la mañana) se calculan unos 7.000 coches, por lo que cualquier incidencia causa caravanas.
Lejos de ser un caso aislado, considera que la congestión viaria es un problema general en Málaga: «He llegado a perder el AVE porque tardé 50 minutos desde mi casa a la estación», asegura. En cambio, el directivo es optimista y cree que la situación ha mejorado (al menos, ha vuelto a ser la habitual) tras la crisis que se produjo en octubre pasado por el cambio de sentido que el Ayuntamiento hizo en la calle Cristobalina Fernández, en Campanillas, y que multiplicó las colas durante las tres semanas que estuvo operativa. Ahora, se permite el paso sólo en las horas punta. Según sus cálculos, la demora media habitualmente es de unos diez minutos.
7.00-9.00 Es el intervalo horario de la mañana en el que se produce la máxima concentración de vehículos intentando entrar –y aparcar– en el PTA. La hora punta de salida es de 17.30 a 18.30.
7.000 coches se concentran en las horas punta de entrada y salida en el principal itinerario, con un viario de dos carriles por sentido, y sólo uno en el entronque con la autovía del Guadalhorce.
50 minutos es el tiempo de trayecto habitual para los que viven en las zonas Centro, Este y Rincón, entre otros puntos (según su testimonio). Sin caravana, Google Maps indica que se tardarían 22 minutos.
Aún así, Romera admite que la situación dista de ser óptima. ¿Y qué soluciones hay? Básicamente, los trabajadores y los responsables de las instituciones están de acuerdo, pero el problema es que las medidas ya consensuadas no arrancan. A corto plazo, destacan dos actuaciones. La primera tiene a su vez varias vertientes y permitirá dotar de dos carriles al enlace entre la autovía del Guadalhorce (A-357) y la principal carretera de acceso al Parque (A-7056). Además, se aumentará esta última a tres vías (con una reservada para bus y vehículos de alta ocupación,VAO). «Estamos a la espera de la licitación de la Junta, nos dicen que el concurso está listo para salir». De esta forma, los autobuses –conectados con el metro en Teatinos– podrán llegar con más velocidad y se fomentará el transporte público. La segunda es la intervención para regular el uso de la rotonda mediante semáforos. «Ambas quitarán los problemas más importantes durante bastante tiempo».
El Ayuntamiento ha diseñado y puesto en práctica las principales medidas que se van a ejecutar a corto plazo. Elvira Maeso, concejala de Movilidad (también lo es del distrito Campanillas) quiere aclarar en primer lugar que las vías de acceso, como son la A-7056 (que comunica con la autovía A-357); la A-7054 (avenida José Calderón) y la A-7076 (camino de Santa Inés) son de titularidad de la Junta, por lo que el Consistorio no tiene competencias. En cambio, asegura que están colaborando permanentemente para buscar soluciones.
«Los accesos están muy saturados, cualquier lluvia o accidente provocan grandes retenciones, es urgente tomar medidas», apunta la edil, y recuerda que los accesos se plantearon para sólo 6.000 trabajadores. «La situación es muy complicada, no es ningún capricho», reitero, al tiempo que advierte de que muchos de esos coches están cruzando un barrio, por lo que pide respeto para los vecinos, «que se ven beneficiados por la cercanía al PTA, pero también perjudicados por los problemas de movilidad».
El Ayuntamiento ha hecho numerosos estudios, tales como las experiencias piloto para demostrar la necesidad del carril Bus-VAO y de la mejora del acceso desde la A-7056 a la autovía A-357. A ello, añade el del segundo acceso por el Este (enviado en agosto a la Consejería de Fomento), desde la Hiperronda, por la colonia Santa Inés y Ortega y Gasset, con un nuevo puente para salvar el río Campanillas. A su vez, la EMT ha reforzado la línea Express.
En próximas fechas, además de las obras para aumentar la capacidad viaria, se va a acometer la mejora de la glorieta Plácido Fernández Viagas y las calles interiores del Parque, donde Movilidad ya ha redactado el pliego del concurso y se licitará en breve. Esta se va a gestionar mediante semáforos, ya que se ha desechado el soterramiento del tráfico que se contempló en su momento. El equipo de gobierno municipal se ha ofrecido a pagar la mitad de las obras (descontada la ayuda de la UE).
Como conclusión, Elvira Maeso defiende el aumento de las opciones de transporte público, pero también la creación de nuevas carreteras. «Es necesario un equilibrio de sistemas, planificar cómo van a llegar esas personas y darles posibilidades de hacerlo en un tiempo asumible», explica la responsable de Movilidad. A su juicio, aunque son necesarias alternativas de transporte, advierte de que «no todo el mundo irá en metro o en los autobuses, pues muchos trabajadores provienen de municipios como Rincón de la Victoria y de los barrios del Este». Por ello, aboga por planificar, máxime cuando se ha proyectado una ampliación. Antes de que el PTA se pueda enfrentar a un horizonte de 50.000 empleados, la edil aboga por construir un segundo acceso por el este, que integre la prolongación del metro en superficie (para el que Fomento está estudiando de nuevo la demanda potencial);y un carril Bus-Vao hasta Campanillas.
Al menos, tan pronto como se termine el tercer carril se podrá activar la solución –ya pactada– del 'metrobus'. El gerente de la EMT, Miguel Ruiz, pone de relieve que en la reciente Semana de la Movilidad, sin contar todavía con esta plataforma reservada, el sistema intermodal transportó a mil viajeros cada día. Cuando esté plenamente operativo podrá llevar a un millón al año, según sus estimaciones. «No es ninguna locura, los usuarios nos están llamando para que lo pongamos cuanto antes». La EMT está en conversaciones con la concesionaria Metro de Málaga y el Consorcio de Transportes para abordar las subvenciones, de manera que los trabajadores no tengan que pagar doble; y se pretende implicar en la solución a las empresas del PTA.
Los trabajadores afectados también aportan sus ideas para paliar la situación de forma urgente. Pedro Pascual, de Oracle, invita a las compañías con sede en este espacio a ofrecer más flexibilidad horaria y opciones de teletrabajo, al menos algunos días a la semana. «Son parte de la solución, hay que evitar el presencialismo absurdo». Además, cree que el Ayuntamiento podría aportar policías locales que ayuden a agilizar la entrada y la salida en horas punta, y crear vías reversibles. Poner conos para habilitar un tercer carril provisional, y regular la rotonda con medidas provisionales son otras de las propuestas que ayudarían a agilizar la entrada y la salida, a juicio de los conductores.
Por último, es necesario construir un ramal del tren de Cercanías, especialmente para los usuarios que viven en la Costa del Sol. Esta opción es la que se ve más lejana, ya que los intentos de avanzar en este camino por parte del alcalde, Francisco de la Torre, y de Felipe Romera han sido infructuosos. El Ministerio de Fomento lo ha rechazado hasta ahora por la misma razón que la Junta alega sobre el metro, y es que iría vacío la mayor parte del día.
La indignación desencadenada a raíz del corte del acceso al recinto empresarial por la calle Cristobalina Fernández, en Campanillas (después revertido por el Ayuntamiento, que ahora lo permite sólo en la hora punta) generó un movimiento crítico espontáneo de trabajadores. Es muy activo en las redes sociales, con perfiles tales como 'PTAcabreado' y los de muchos afectados, que tuitean a diario fotos y comentarios cuando se ven atrapados en las colas, con etiquetas ('hashtag')como #CaravanaPTA.
Algunos trabajadores dieron un paso más la semana pasada y convocaron por primera vez una protesta física, que tendrá lugar el miércoles, 28 de noviembre, y que por tanto irrumpe de lleno en la campaña de las elecciones a la Junta. El llamamiento es a secundar, a las 12.00 del mediodía, un parón de diez minutos en la puerta de las empresas, para mostrar el malestar de la comunidad. La acción se está difundiendo sobre todo a través de la red Twitter, bajo la referencia #ParónPTA.
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