«Me cancelaron la operación. Ahora el cáncer ha vuelto»
A Carlota le diagnosticaron cáncer de ovarios en abril de 2020, en pleno confinamiento, y se quedó sin empleo: «Tuve que pedir ayuda»
Acaba de recibir un mazazo, otro: el cáncer ha vuelto. A Carlota Alexandre, de 48 años, casi nada le hiela la sonrisa, pero tampoco miente: « ... Estoy regulín. Los marcadores han salido alterados y me tienen que volver a poner quimioterapia». Le diagnosticaron un cáncer de ovarios en abril del año pasado, en pleno confinamiento. Sentía un dolor «muy fuerte» y consiguió cita en un hospital privado después de intentarlo sin éxito en la Seguridad Social: «Menos mal que tenía un seguro». Allí le hicieron diferentes pruebas hasta confirmar las peores sospechas. Tuvo que digerir la noticia sola, sin nadie a su lado: «Cuando escuchas la palabra cáncer te derrumbas, y si encima no tienes a un familiar cerca el miedo se triplica».
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Nacida en Portugal, Carlota reside en Málaga desde hace 28 años. Vive junto a su hija adolescente, con menos herramientas que su madre para asimilar una realidad tan áspera: «Lo lleva fatal. Durante el confinamiento estuvo muy angustiada, imagínate. Sin poder salir ni desahogarse... Antes dibujaba y leía, pero es como si se hubiera quedado bloqueada. La quimioterapia es agresiva y larga. Vio cómo se me caía el pelo, cómo hay días que no puedo ni levantarme... No ha podido gestionarlo». La enfermedad dejó sin trabajo a Carlota, camarera de piso en un hotel con un contrato fijo discontinuo: «Toda la vida trabajando y de repente te ves enferma y tienes que vivir de la caridad». Ahora, tras una histerectomía, ha solicitado la discapacidad. Mientras se resuelve el papeleo, vive de las ayudas de la Asociación Española Contra el Cáncer y de subsidios públicos que acaban en octubre: «No sé qué haré luego».
Recuerda que le cancelaron la operación, pospuesta por el coronavirus. Por eso ahora se empeña en convencer a quien se ponga por delante de la importancia de practicarse cualquier prueba preventiva que ayude a coger a tiempo a este «bicho» al que ahora está dispuesta a dar portazo por segunda vez.
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