Bendodo, el presidente que hizo realidad el sueño del Caminito del Rey

Entre los logros de su gestión, Bendodo pasará a la historia como el presidente de la institución que hizo realidad el sueño (ya venía de la etapa de su predecesor, el socialista Salvador Pendón) del Caminito del Rey. Un proyecto de proyección internacional que se ha convertido en un nuevo atractivo turístico en un paraje único y que ha supuesto un revulsivo para los municipios de su entorno –Ardales, Álora, Valle de Abdalajís y Antequera–.

El saneamiento de la institución con la consecución de la deuda cero, lograda el pasado verano después de que en 2011 alcanzara los 232 millones con las entidades financieras; el desarrollo de la Senda Litoral para conectar de manera peatonal toda la franja costera; la Gran Senda, un sendero de gran recorrido que da la vuelta a la provincia a lo largo de casi 700 kilómetros; la rehabilitación de la plaza de toros de La Malagueta para convertirla en un gran centro cultural durante todo el año (en fase de conclusión); o la puesta en marcha de la marca Sabor a Málaga para potenciar la industria agroalimentaria de la provincia son otros de los grandes hitos de su presidencia.

A ello se unen proyectos como La Noria, que han convertido a Málaga en un referente de la innovación social; la Térmica como espacio para la cultura; el programa Málaga Viva para combatir el cambio climático en la provincia, involucrando a los municipios en la responsabilidad local y la sostenibilidad así como haciendo partícipe a la ciudadanía a través de acciones de educación, sensibilización y concienciación ambiental; la transferencia a los ayuntamientos desde 2012 de un total de 442 millones de euros para inversiones y equipamientos, la realización de actividades y afrontar sus problemas de tesorería; o el grado de ejecución del presupuesto en estos años que se ha situado por encima del 80% cuando en los gobiernos precedentes no llegaba al 65%, según fuentes consultadas.

Desde el equipo de gobierno del PP hacen un balance muy satisfactorio de la gestión de Elías Bendodo para cohesionar la provincia y contribuir a su desarrollo y progreso. Junto a ello, subrayan que se le ha dado un mayor protagonismo a los municipios, especialmente los menores de 20.000 habitantes, y se ha creado una administración provincial «más moderna y eficaz».

La visión que se tiene desde los grupos de la oposición es diferente sobre estos casi ocho años de mandatos de Bendodo. Los partidos de izquierda denuncian la falta de diálogo, los recortes en prestaciones y servicios públicos y critican la política de contrataciones y de personal de confianza.

Entre los proyectos, en el lado negativo destacan el fracasado Museo Taurino en el edificio de la plaza del Siglo; la plaza de la gastronomía en la plaza de toros; la creación del Basque Culinary Center; el adelgazamiento de la institución con la reducción en el número de trabajadores en 322 o el cierre de servicios como la residencia de mayores de Colmenar, el centro básico de acogida de menores, la unidad de atención temprana o la guardería. Caso aparte fue la Escuela de Enfermería de la Diputación, que fue transferida a la Universidad.