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Madrugada del sábado al domingo, 1.15 horas. La sala del 092 de la Policía Local recibía una llamada vecinal que alertaba de ruido y botellón en la plaza San Francisco, en el Centro de Málaga. Así empezó una actuación que derivó en batalla campal, con dos focos diferentes, y que dejó un saldo de cinco detenidos y otros tantos agentes heridos.
La primera patrulla que acudió al lugar encontró a un grupo de jóvenes «muy alterados». Los policías locales los separaron y comenzaron a identificarlos. En ese momento, uno de ellos reaccionó de forma violenta y propinó un manotazo al agente que lo sujetaba por el brazo. Tras soltarse de él, le dio un empujón.
El compañero del funcionario trató de agarrar al joven, que comenzó a forcejear para impedir que lo sujetaran, llegando supuestamente a darle patadas y puñetazos. Finalmente, lograron ponerle las esposas, aunque ambos agentes resultaron heridos.
Ahí no acabó todo. Cuando otros tres policías establecían un cordón de seguridad en la zona, otro joven, que dijo ser hermano del arrestado, comenzó a gritar que él no había hecho nada, insultó a los agentes y, al parecer, movilizó a la muchedumbre: «¡Vamos a por ellos!».
Según fuentes cercanas al caso, este mismo individuo cogió dos botellas de vidrio y las lanzó contra los funcionarios, aunque éstos lograron esquivarlas. En ese instante, los policías se vieron obligados a pedir apoyo por radio, ya que empezaron a ser acorralados por las personas allí congregadas, que cifran en unas 300.
Mientras los agentes de refuerzo trataban de controlar la zona, un individuo de origen norteamericano se alzó sobre el resto y escupió a uno de los policías en el cuello. Escapó de ese funcionario y también de los que había en el cordón de seguridad –lanzando una patada a uno de ellos–, pero fue localizado unos minutos después escondido debajo de un coche en la calle Carretería.
Las alarmas volvieron a saltar una hora más tarde en la plaza de los Mártires a raíz de una nueva llamada vecinal por ruido. Al llegar, los policías locales comprobaron que había muchísima gente en la calle, pero no en los establecimientos.
En una de las esquinas, vieron a un joven orinando en la vía pública, por lo que le pidieron la documentación para identificarlo y denunciarlo. Él no solo se negó a proporcionársela, sino que trató de marcharse del lugar. Y su novia, que estaba al lado, se encaró con los funcionarios.
Al impedir que se fuera, se inició un forcejeo entre ellos. Los agentes intentaron detenerlo, pero no podía ante la agresividad que, según las fuentes consultadas, mostraba el individuo. En ese momento, varios jóvenes más se sumaron y comenzaron a darles patadas y puñetazos a los policías locales.
Tras ese primer forcejeo, consiguieron colocarle las esposas en una de sus muñecas. Sin embargo, al levantarse del suelo, el joven reaccionó de nuevo con gran agresividad y supuestamente golpeó con la mano en la que llevaba los grilletes al policía local, al que alcanzó en la cabeza. El impacto fue de tal violencia que le rompió el casco.
Mientras los compañeros trataban de reducir al individuo, otro sujeto lanzó una botella a uno de los agentes y le dio en la pierna, lo que, según las fuentes, propició que el primero se diera a la fuga con su novia y con las esposas que le habían colocado parcialmente en una de sus muñecas. Al verse nuevamente rodeados, y ante la actitud violenta que mostraba la muchedumbre hacia ellos, los policías locales tuvieron que utilizar las defensas extensibles para impedir que volvieran a agredirlos.
Los implicados en el origen de la turba en la plaza de los Mártires también fueron detenidos poco después. Otra patrulla que acudió en apoyo de las anteriores interceptó en la zona del Molinillo al joven que huyó con los grilletes y también a su novia. El otro, el que propició su huida lanzando una botella a los policías, también fue detenido, en este caso en la calle Santos. Todos ellos ofrecieron resistencia.
Los policías locales arrestaron a cinco jóvenes en estas intervenciones (dos fueron detenidos en la primera y los otros tres, en la segunda), que se saldaron con el mismo número de agentes heridos.
Esa noche, el Centro de Málaga estaba más concurrido de lo habitual, ya que la ciudad acogió el pasado fin de semana la primera fase clasificatoria del campeonato internacional de saltos acrobáticos en bicicleta 'Vans BMX Pro Cup'. Al parecer, muchos de los asistentes habrían organizado una quedada en la plaza de San Francisco. La policía investiga si los implicados en este primero incidente y también en el segundo, el de la plaza de los Mártires, eran participantes o aficionados a este evento.
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