El Ayuntamiento de Málaga abre expediente de infracción a la Diputación por la fachada del Museo del Videojuego

El llamativo aspecto que presentaba la fachada del renovado museo en pleno casco antiguo, cerca de la Catedral, generó críticas en las redes sociales y también en los arquitectos que habitualmente trabajan en proyectos para el Centro Histórico, y que se ven sometidos a una férrea fiscalización por parte de la Junta y el Ayuntamiento para cumplir con las normas urbanísticas establecidas para el corazón de la ciudad.

Uno de estos arquitectos, Óscar Agudo, elevó a finales del pasado mes de diciembre una queja a la Gerencia Municipal de Urbanismo por lo que consideró un trato desigual respecto a lo consentido en principio en la fachada del Museo del Videojuego. El Colegio Oficial de Arquitectos tuvo conocimiento de esta crítica y su junta de gobierno acordó el pasado 25 de enero hacerla suya y transmitirla igualmente al Ayuntamiento.

Un mes más tarde, el pasado 21 de febrero, un inspector de Urbanismo visitó el edificio para comprobar que, en efecto, su aspecto exterior incumple la normativa vigente en el Centro Histórico. Fuentes consultadas por SUR aseguraron que el expediente ya estaba abierto de oficio, con anterioridad al citado escrito presentado Óscar Agudo en los últimos días de diciembre. No obstante, la visita del inspector no se produjo hasta la fecha mencionada del pasado febrero.

El servicio de Infracciones de Urbanismo ha abierto expediente a la Diputación al constatar que incumplen la normativa urbanística del Centro el rótulo de la fachada, dos banderolas verticales, la pérgola de la cubierta, las luces 'led' de los marcos de la ventanas y el color blanco de la fachada, si bien este tono ya se aplicó cuando el edificio fue sede de la Patronato de Turismo de la Costa del Sol, desde 2008 hasta 2012. Para la reforma del edificio para albergar el Museo del Videojuego, la Diputación solicitó en julio del año pasado una licencia de obras para «limpieza de fachada y reparaciones diversas».

Aunque el museo es una concesión a la empresa malagueña Kaiju Group, el Ayuntamiento ha dirigido un escrito a la Diputación para advertirle de estas irregularidades. Desde el ente supramunicipal han confirmado que este documento llegó el pasado viernes, y ahora tienen diez días para contestar y aportar alegaciones. «Los técnicos están estudiando el expediente y están en contacto con la concesionaria del museo», han apuntado fuentes de la Diputación, que han remarcado que se trata de cuestiones «subsanables».

No obstante, está por ver si la institución provincial asume la ilegalidad urbanística cometida en esta reforma, según apuntan los primeros informes de Urbanismo, y la corrige. Por el momento, el Ayuntamiento le ha remitido un primer aviso que, si no se responde de forma satisfactoria para el Consistorio, dará lugar a la incoación de un procedimiento de reestablecimiento de la legalidad urbanística. Esto supondría que la Diputación o en su caso el concesionario del museo tendrían un mes para iniciar los trabajos de supresión de las irregularidades detectadas en la fachada y la cubierta, y dos meses para ejecutarlos. De no hacerlo así, el concesionario podría enfrentarse a una sanción económica.