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El antiguo convento que ocuparon las monjas dominicas en la calle Andrés Pérez, en pleno Centro de Málaga, vuelve a estar a la venta. El ... edificio, desocupado desde hace 17 años, cuando sus anteriores moradoras optaron por desalojarlo ante la falta de vocaciones, fue comprado por el grupo de enseñanza de idiomas Enforex, que hace seis años reformó un inmueble de la calle Carretería para establecer su escuela en Málaga. La intención de esta empresa es reformarlo para crear una residencia para estudiantes. Para ello llegó a solicitar los permisos de obras ante la Gerencia Municipal de Urbanismo. Sin embargo, la demora por los reparos de la Consejería de Cultura a la intervención planteada sobre este inmueble del siglo XVIII, que cuenta con protección integral, ha llevado a su propietario a buscar comprador para el cenobio.
SUR ha podido conocer que varias consultoras inmobiliarias ofrecen el edificio al posibles inversores interesados, entre ellas Salvago Advisors. El precio por el que se está vendiendo ronda los 15 millones de euros. Según fuentes consultadas, son ya varias las empresas que se han interesado por la compra de lo que fue convento. No obstante, esta operación tiene el condicionante de que la calificación del edificio como equipamiento impide destinarlo a viviendas, hotel o apartamentos. De ahí que su actual propietario, Antonio Anadón, fundador de Enforex, optara por proyectar una residencia de estudiantes, uno de los usos que todavía sigue siendo muy demandado en Málaga.
Para ello, contrató al estudio Santos Rein y Santos Galera Arquitectos Asociados, que proyectó una residencia de estudiantes que contaría con 74 habitaciones con baño individual, cuatro aulas, zonas de estar y de estudio, administración y una cafetería en planta baja que tendría acceso por lo que hoy es la trasera del convento, la plaza del Pericón, donde el proyecto prevé abrir la entrada principal a la residencia con una nueva portada que recordaría a la que existe en la calle Andrés Pérez, que se mantendrá. Además, también conservará la puerta de acceso por la calle Arco de la Cabeza.
La Junta emitió en 2016 un informe favorable al uso como residencia de estudiantes. Además, el proyecto también cuenta con la aprobación del cuerpo municipal de Bomberos. Sin embargo, la delegación de la Consejería de Cultura no ha dado aún la luz verde definitiva a la intervención. Así, este departamento de la Junta ha pedido «un estudio histórico que permita entender el esquema tipológico original y la cronología aproximada de cada una de las partes del conjunto» de forma que las actuaciones que se han planteado respeten «los principales elementos de valor» y se supriman añadidos de escasa calidad que «desvirtúan y degradan la imagen original», según se señala en uno de los informes emitidos por Cultura, en el que se pide que se mantenga el acceso primitivo al edificio por la calle Andrés Pérez y no se cree uno nuevo.
Según ha podido conocer SUR, la propiedad del edificio ha procurado adaptar el proyecto a las indicaciones señaladas desde la Junta y atender sus requerimientos de catas e informes, para lo que cuenta con el trabajo de la empresa Arqueosur, que desarrolla el estudio histórico demandado por Cultura. Sin embargo, la no obtención aún de la luz verde definitiva de la administración regional ha llevado al propietario a poner en marcha la vía de la venta del edificio. «El proyecto está atascado en Cultura», señalaron las fuentes consultadas. No obstante, apuntaron que la propiedad no descarta seguir asumiendo la reforma del convento para residencia de estudiantes, si finalmente logra el plácet de la Junta.
Junto al convento, que tiene una superficie construida de 5.375 metros cuadrados de los que 1.650 metros cuadrados corresponden a patios y terrazas, se encuentra la iglesia de Santa Catalina, que fue separada del cenobio a raíz de la marcha de las monjas y quedó en manos del Obispado, que la tiene cedida a la Cofradía de Viñeros. Este templo ha sido recientemente reparado en su integridad con ayuda de la Oficina de Rehabilitación del Ayuntamiento.
No es la primera vez que Enforex opta por desprenderse de un edificio en Málaga. Su incursión en la capital llevó a esta empresa a adquirir un inmueble situado en el número 18 de la calle Victoria que finalmente vendió a la sociedad Unión Hiru para la realización de 21 apartamentos turísticos. En este caso, también fueron los reparos de la administración a la transformación del edificio que pretendía llevar a cabo Enforex para convertirlo en residencia de estudiantes los que llevaron a esta empresa a venderlo.
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