El Ángel, pionero en una técnica para pacientes con estrechamiento severo de la válvula aórtica

Los pacientes que padecen esa dolencia del corazón pueden sufrir disnea o sensación de falta de aire, muchos de ellos precisan ingresos hospitalarios por insuficiencia cardiaca y a menudo presentan angina de pecho, pérdidas de conocimiento o síncopes. En la unidad del corazón del hospital HLA El Ángel, los doctores Hernández y Urbano fueron pioneros en España en efectuar la colocación de la prótesis TAVI con la que se sustituye la válvula aórtica y se lleva a cabo la reparación del estrechamiento de la misma.

El especialista Cristóbal Urbano asegura que con ese sistema se logran resultados con el mismo nivel de garantías que en intervenciones de cirugía extracorpórea, pero sin asumir los riesgos que esas operaciones implican. Esas ventajas hacen que este método se emplee cada vez más también en pacientes jóvenes.

El implante de la prótesis valvular aórtica se realiza a través de un catéter, mediante punción de la arteria femoral, axial u otros accesos vasculares alternativos. Esa técnica supone un cambio trascendental en enfermos que hasta ahora eran inoperables. Casi un tercio de los que sufrían estenosis severa de la válvula aórtica solo recibían medicación paliativa, ya que su intervención representaba un alto riesgo para el paciente, explica Eduardo Pinar, especialista en hemodinámica.

La estenosis aórtica severa solo se cura con la implantación de una nueva válvula aórtica, el tratamiento médico es ineficaz. Los pacientes anteriormente descartados para la cirugía cardiaca tenían un pronóstico de mortalidad superior al 80 por ciento en dos años. Actualmente, casi el 40 por ciento de los pacientes que se operan de válvula aórtica lo hacen mediante este método, ya que es una enfermedad que afecta principalmente a personas muy mayores.

En la intervención participan cirujanos cardiovasculares con amplia experiencia en diferentes técnicas endovasculares, cardiólogos especialistas en intervencionismo estructural, ecocardiografistas, anestesistas, técnicos de la imagen y enfermeros. Tras la intervención, el paciente suele pasar un día en la UCI y entre tres y cinco en hospitalización. Si no presenta complicaciones, recibe el alta en menos de una semana.