La primera empresa de patinetes de alquiler autorizada entra en servicio en Málaga

Se trata, de momento, de la única que tiene plena autorización legal para ofrecer sus servicios en la capital. Las dos que todavía quedaban de la etapa previa a la aprobación de la norma, mucho más restrictiva con estas empresas, que son Lime y Bird, están tramitando su legalización, aunque, si no la completan rápido, sus unidades serán retiradas, tal y como advierte el concejal de Movilidad, José del Río.

El uso de estos vehículos, que son más robustos y seguros que los habituales para poder circular por la calzada (tal y como obliga la ordenanza) tiene un coste de un euro por el desbloqueo más 0,20 por minuto. Manuel Ortiz, manager de la firma para España y Portugal, confirma que cumplen todos los requisitos, como son el hecho de tener una sede fija en la ciudad, teléfonos de atención directa tanto a la Policía Local como a los usuarios, y técnicos de guardia las 24 horas para resolver incidencias.

En cambio, cada usuario deberá aportar su propio casco y chaleco para hacer un uso legal de los patinetes por la carretera, dada la escasez de carriles bici (el único sitio donde no son obligatorios estos elementos), lo que hace prever un buen número de multas ante el desconocimiento generalizado de estas normas por parte de los clientes, sobre todo cuando estos sean turistas de paso. Al respecto, Ortiz señala que prevén llevar a cabo actividades de concienciación, en los que regalarán cascos.

Los vehículos están equipados con sistemas de geolocalización punteros, según explica el directivo, para que no se puedan usar en las zonas de acceso restringido, como es el casco histórico, y que se aparquen en los puntos establecidos. «La localización se detecta en cuestión de nanosegundos, y también tenemos herramientas habilitadas para evitar que se conduzca en las aceras, además de informar mediante la aplicación de que está prohibido; creemos firmemente que este espacio es para el peatón y el patinete debe ir por la calzada».

Para ello, ofrecen un patinete de desarrollo propio, a cargo de los ingenieros de Superpedestrian (creada hace siete años en el entorno del Instituto Tecnológico de Massachusset), que es más robusto, potente y estable, con la base ancha, sin cables expuestos y equipado con 74 sensores para controlar el buen funcionamiento de la máquina. Esta tiene una vida útil de más de 2.500 viajes y puede cubrir hasta 98 kilómetros por cada carga.

La compañía estadounidense comenzó su actividad en España en noviembre del año pasado, con el lanzamiento de su servicio de micromovilidad compartida en Madrid y Alcalá de Henares. La tercera ciudad ha sido Málaga, una vez aprobados los requisitos establecidos en la Ordenanza de Movilidad.