Medio Ambiente desbloquea la ampliación de la playa de los Baños del Carmen

La decisión se produce justo un año después de que la Demarcación de Costas de Málaga lo solicitara (en enero de 2016). En marzo se dio traslado del documento inicial a las administraciones afectadas y a las entidades vinculadas con la protección del medio ambiente, y se inició el periodo de recepción de las contestaciones, que se ha prolongado hasta ahora.

De entrada, este paso supone que el proyecto sigue adelante, aunque, a tenor de las alegaciones que se produjeron por parte de colectivos ecologistas de la provincia, es posible que sea necesario aplicar medidas correctoras o incluso modificar parte del proyecto para reducir su impacto en la flora y fauna marinas. Con carácter general, después del trámite ambiental, el proyecto de Costas se podría aprobar y licitar. Para ello, además, es necesario que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado (PGE), y que éstos incluyan una partida específica para esta iniciativa. En los de 2016 sí constaba, con una dotación de 3,4 millones de euros. Era casi la totalidad del presupuesto base de licitación (4,23 millones). Los trabajos tendrán un plazo de ejecución de sólo ocho meses, aunque, a tenor de los trámites que todavía quedan, el inicio sobre el terreno no es previsible al menos hasta el último trimestre del año.

El resultado será una gran playa, mucho más extensa que la cala que existe ahora en el lateral más cercano a los Baños del Carmen, con unos 350 metros de largo (más del doble de la actual) y unos 30 metros de anchura desde el muro del paseo marítimo hasta la orilla. De hecho, el arenal se extenderá desde el espigón del Morlaco hasta la terraza del balneario, según consta en el proyecto que la Dirección General de Costas presentó el año pasado. Además, contará con una rampa de acceso, adaptada para el uso por personas con movilidad restringida, con un desarrollo en planta de 87 metros, que va desde la plataforma de la punta del Morlaco. El ancho de la pasarela será de cuatro metros, y se sumará a la única entrada que existe ahora, por el arco del recinto de los antiguos baños.

Tres espigones

El sistema de protección está formado por tres espigones: el occidental o de poniente arranca perpendicularmente a la punta del Morlaco con dirección norte-sur, y será de 100 metros de longitud. Se le une otro, formando una L, sumergido, de 120 metros. El espigón oriental o de levante arranca de la plataforma donde se sitúa la terraza del restaurante, como un pequeño saliente, adosado a esta, para sostener la playa y frenar los golpes de mar que están dañando la zona de las columnas. Esta estructura, que será provisional, de muy baja cota de coronación (apenas 40 centímetros sobre el nivel medio del mar y por tanto de escaso impacto visual) es necesaria según el proyecto para evitar que el pie de playa invada el roquedal y se desmantelará cuando quede resuelta la estabilización del resto de la costa hacia Pedregalejo, con la playa prevista en la zona del astillero Nereo.

El nuevo espacio sería regenerado conforme al diseño inicial mediante arena de aportación de origen fluvial y terrestre, y también se han afinado los volúmenes. Según consta en el documento, se analizaron hasta cinco alternativas de diseño, en función del grado de invasión en el entorno y la protección del roquedal que da nombre al barrio de Pedregalejo. La alternativa elegida (la cuatro) reduce considerablemente el volumen de arena necesaria, que pasa de los 80.000 metros cúbicos que se estimaron inicialmente a 59.211. Ello también permitirá rebajar el presupuesto base de licitación, hasta los 4,23 millones de euros.