El indigente que rajó el cuello a otro dice que se peleó con él por un cigarro

Una pelea por un cigarrillo. Ese fue el motivo que provocó la pelea en la que un indigente, presuntamente, acabó rajando el cuello a otro con el cristal de una botella. Así lo aseguró tras su detención el presunto autor de los hechos ante el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de la capital, que acabó ordenando su ingreso en prisión como investigado por un supuesto delito de homicidio en grado de tentativa.

Los hechos ocurrieron el pasado jueves, cuando el arrestado, al parecer, hizo la zancadilla a la víctima, la tiró al suelo y se subió encima suya con la intención de agredirle. Presuntamente, rompió una litrona contra el suelo y habría utilizado un cristal de la botella para rajarle el cuello a la otra persona.

Así se recoge en la investigación policial y lo afirmaron varios vecinos consultados por este periódico, aunque la versión que el sospechoso dio en el citado juzgado de instrucción, en el que fue puesto a disposición judicial el día después de los hechos, es bien diferente. El arrestado, que fue detenido cuando estaba sentado junto a la víctima, declaró que se había peleado con la otra persona propinándose puñetazos por una disputa que había comenzado por un cigarrillo.

De hecho, varios vecinos de la zona en la que ocurrieron los hechos, a la altura del número 11 de la Avenida de Andalucía, relataron a SUR que aquella mañana habían visto al presunto autor de la agresión pedir un cigarrillo en el kiosco que está situado en las inmediaciones, así como a un repartidor de prensa justo antes de que ocurriera todo.

Siempre según informaron las fuentes consultadas, aunque el procesado, un hombre de 41 años y de nacionalidad española, admitió ante el juez que se peleó con la víctima, negó haber cogido una botella de cristal y atacar con ella al otro indigente. Asimismo, manifestó que no le dio ningún golpe en el cuello que le hiciera sangrar.

Trastorno de la personalidad

El procesado explicó al juez del juzgado de instrucción que, aunque tiene familia en Estepona, vive en la calle. También señaló que se encuentra en tratamiento psiquiátrico porque tiene un trastorno de la personalidad, pero que no se estaba tomando los medicamentos que tenía prescritos para ello.

Tras escuchar lo que manifestó el procesado, el magistrado decidió enviarle a prisión, de forma preventiva y sin fianza. El fiscal ya había solicitado esta medida, entre otros aspectos para evitar que el sospechoso pudiera cometer hechos similares, teniendo en cuenta los numerosos antecedentes penales que posee y las 44 reseñas policiales que le constan, cuatro de ellas por cuatro supuestos homicidios en grado de tentativa.

En cuanto a la víctima, un hombre de 53 años de nacionalidad española, sigue ingresada en el hospital Carlos Haya de la capital. Pese a que llegó herida de gravedad con un corte en el cuello, algo por lo que tuvo que ser intervenida inmediatamente de urgencia, actualmente se encuentra en planta y estable.