El Puerto adjudica el estudio ambiental del hotel de lujo en el Dique de Levante

Con todo, el contrato se extenderá durante todo el año 2017, ya que la misma entidad prestará asesoramiento técnico sobre el resto de trámites necesarios para culminar la modificación puntual del Plan Especial del Puerto, que es el documento urbanístico necesario para dar cabida a la torre en el planeamiento de la ciudad. De hecho, este paso abre la puerta a que la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento pueda seguir avanzando con la parte que le corresponde, ya que será este organismo el que aprobará el cambio.

La cuestión ambiental no se contemplaba en la hoja de ruta inicial, por lo que se ha añadido más carga burocrática a la ya de por sí difícil hoja de ruta. Cuando el expediente esté completado a nivel local, todavía habrá que elevar la solicitud a Puertos del Estado, dependiente del Ministerio de Fomento, que propondrá al Consejo de Ministros que levante el veto general a la edificación de este tipo de instalaciones en suelo portuario. De momento, sólo se ha culminado uno de los pasos necesarios. Se trata de la redacción de la Delimitación de los Espacios y Usos Portuarios (Deup), un documento urbanístico obligatorio para que la torre pueda tener encaje legal. A nivel local, se han recabado los informes favorables del Ayuntamiento y de la Demarcación de Costas. Sin embargo, el expediente está completado y pendiente desde noviembre de la aprobación final por parte del nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna.

Tras la preadjudicación (condicionada) del proyecto de construcción y explotación del alojamiento al grupo catarí Al Bidda, el pasado verano, representantes de la compañía hicieron una presentación pública y anunciaron su intención de iniciar las obras a principios de 2018, con un plazo de ejecución de dos años y medio, para inaugurarlo en 2020. Sin embargo, puesto que aún faltan muchos pasos por dar, es previsible que la burocracia aún se lleve todo el año 2017 e incluso buena parte del 2018.