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Las aguas bajan revueltas en la Gerencia de Urbanismo.
Carta de un defenestrado

Carta de un defenestrado

Un funcionario de Urbanismo escribe un texto dramático lamentándose de que le quiten la jefatura con los cambios y pregunta si quieren deshacerse de él

Pilar R. Quirós

Lunes, 17 de octubre 2016, 00:21

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Hay una máxima en esta vida: suele ser no negar lo que no conoces en profundidad, o dar por hecho que una información no contrastada es verídica. El concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, le negaba a la jefa del comité de empresa de la Gerencia, Lourdes Ponce, que hubiese hablado con los cuatro jefes, cuyos puestos se iban a borrar del mapa en la polémica reestructuración. «Los jefes no hablan con el comité», dijo Pomares. Cuando Ponce le explicaba que sí, Pomares insistía: «No te han dado la información».

Pues bien, los jefes, o al menos alguno(s) sí han hablado con el comité de empresa de la Gerencia, que denunciará los cambios a la Inspección de Trabajo. Es tan cierto que eso ha sido así como que este periódico ha accedido a una carta que uno de los jefes, que pierde su plaza, manda a la desesperada a los portavoces de la oposición en el Ayuntamiento con el objetivo de que conozcan la «gran injusticia» que se está cometiendo con él, como reza en la comunicación vía mail.

El decreto de Alcaldía sobre los cambios «es ejecutivo», como explicó la jefa del Departamento de Personal, Pilar Alonso en el pasado consejo rector de Urbanismo, aunque este jefe, defenestrado en los papeles o por defenestrar, aún albergue la esperanza de que se dé marcha atrás en la supresión de su puesto, que ganó por concurso.

El escrito, que no tiene desperdicio, viene a explicar la situación de arbitrariedad de la Gerencia que él que está viviendo en primera persona. Así cuenta cómo la jefa del Departamento de Licencias y Protección Urbanística, Leonor Muñoz Pastrana, le llama para que vaya a su despacho, y allí le dice que va a desaparecer su jefatura, y que él puede irse a donde quiera de la Gerencia, «sin jefatura», como explica.

Tras esto, el empleado público cuenta que no da crédito, y que lo considera «un atropello a sus derechos», que accedió a la jefatura que tiene ahora (evitamos ponerla para no señalarle) por concurso, y que en el tribunal estaba precisamente el gerente actual, José Cardador. Reseña que en la pasada reestructuración en 2014, también polémica (en la que se crearon los cinco grandes departamentos, un total de diez unidades administrativas y 20 puestos sin ningún concurso) le obligaron a asumir otra jefatura además de la suya. Del actual cambio subraya: «No entiendo qué motivación sustenta tal disparate. A mí por lo menos no me dio ningún motivo la jefa de Departamento», cuenta para pasar a preguntarse: «¿Es que pretenden deshacerse de mí? No me explico el atropello a mis derechos. Bueno, sí me lo explico. Todo el mundo sabe qué ha pasado y está pasando en el servicio jurídico administrativo (no especificamos el nombre completo). Supongo (afirma con sorna) que esto es un premio a un empleado honesto, honrado, profesional y celoso en el cumplimiento de sus obligaciones». Al final, subraya que ve incomprensible que desaparezca su jefatura, que tiene mucho volumen de trabajo, que cuenta con veinte administrativos a sus órdenes, y que necesitan que alguien les coordine y les guíe. En la carta, que envía al comité de empresa, acaba pidiéndole al mismo que luche por sus derechos «que han sido violados descaradamente» si los cambios se llevan a término. Así que tras todo este escrito, sellado por el departamento en el que trabaja, cuyo marchamo sigue poniendo Disciplina Urbanística (en vez de Licencias y Protección Urbanística) y por el comité de empresa, deja meridianamente claro que el comité sí se ha reunido o conoce la realidad y los lamentos de los trabajadores afectados de primera mano por lo que consideran un «atropello» a sus derechos.

Pomares. Cita hoy a los consejeros

El concejal de Urbanismo ha citado precisamente hoy a los consejeros/concejales de la oposición que están representados en la Gerencia para tratar el asunto de la reestructuración. No se sabe, pero se supone, que estará en la reunión la jefa del Departamento, Leonor Muñoz Pastrana, que es la que según el edil, ha realizado los cambios, para explicárselos de primera mano a los ediles. La promesa de Pomares en el consejo rector del pasado martes pasaba por no ejecutar ninguna modificación hasta que los consejeros no la conociesen en profundidad. La cita es a las 8,30 horas. A ver si hoy el concejal de Ciudadanos Alejandro Carballo está más participativo y tiene alguna duda por pequeña que sea. El equipo naranja defiende a capa y espada los preceptos constitucionales de igualdad, mérito y capacidad en el acceso a la función pública, y este es un momento para, por lo menos, pedir explicaciones.

Espinosa. Reunión portavoces

Otro asunto que está por dirimir desde el pleno del 29 de septiembre son los derechos del nuevo concejal no adscrito Juanjo Espinosa, separatista de Málaga Ahora. Aunque su participación con voz y voto en comisiones y el pleno es un hecho gracias a una sentencia del Supremo (que sienta jurisprudencia), queda aún un aspecto importante a dirimir: para ser concejal hay que tener un despachito, aunque sea un dos por dos porque eso de vivir errante y volatero por los pasillos es sólo para la prensa. El Gabinete de Alcaldía ya ha dejado claro que no hay más sitios en la Casona para los grupos políticos, y aunque todo apunta a que será Málaga Ahora la que tenga que hacer separación de bienes/espacio, la portavoz Ysabel Torralbo ya adelantado que peleará sus metros hasta el final y que no quiere deshacerse de ninguno de ellos porque dice que ahora, por fin, está a la par de Cs en habitabilidad a igual número de concejales. La cosa está que arde.

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