La transformación de calle Keromnes

La reforma que se va a llevar a cabo en la calle Keromnes, junto al futuro Gran Hotel Miramar, implicará la desaparición de plazas de aparcamiento del SARE, algo que ha sido recibido de distinta manera por el vecindario. Estaba claro que el entorno del nuevo establecimiento que se construye, el primer hotel gran lujo cinco estrellas de Málaga, necesitaba ir acompañado de una mejora del entorno en el que se encuentra, en declive desde el traslado del Palacio de Justicia. Aunque en aquella época tampoco es que aquello tuviera un especial glamour entre abogados, funcionarios, policías, jueces y los que acudían a la sede judicial a dirimir sus cuentas. Así que la mejora de esa calle era de esperar aunque no a todo el mundo contenta. Guillermo S. Martos cuestiona en una carta enviada a este periódico que la intervención se realice sin consulta previa y, además, que se supriman plazas de aparcamiento. «Creo que, además de arreglar el saneamiento y el pavimento (espero que no dilapiden el dinero, como en otros arreglos recientes), se van a suprimir las plazas de aparcamiento dejando la calle sólo para circulación de coches. ¿Por qué?. Creo que es un error. Para darse cuenta de que esas plazas son necesarias no hay más que o vivir en la zona o acceder a ella con frecuencia. Ya se redujeron cuando se hizo el Aparcamiento Municipal de Cervantes y/o se reservaron algunas para Servicio Oficial. Los que no tengan posibles para comprar o alquilar una plaza en un parking, los usuarios del SARE que necesariamente tengan que acceder a la zona en coche, etc. van a maldecir en arameo ante este capricho», indica. Y añade:«Porque si no es un capricho, ¿qué es? ¿Quién lo paga? ¿Es una exigencia o petición del hotel Miramar? ¿Es una graciosa concesión a cambio de algo? ¿Por qué se lesionan los intereses de tanto conductor a los que se le seguirán cobrando los impuestos de circulación por no poder circular? ¿A éstas presiones hay que recurrir para vender plazas del Aparcamiento Municipal?».

La reurbanización de esa calle elimina los actuales aparcamientos pero no suprime el paso de los vehículos como algunos vecinos piensan. La calle Keromnes quedará semipeatonal y posibilita la circulación como hasta ahora.

Los partidarios de esa transformación piensan por el contrario que la reforma va a darle otro aspecto a una calle que ahora no tiene ningún atractivo, salvo el de encontrar un hueco donde estacionar el vehículo. «Creemos que la calle va a ganar con esta reforma y que los establecimientos comerciales de esta vía van a lucir mejor y van a tener más atractivo del que ahora tienen, rodeados de coches», señalan desde algunos establecimientos situados en la calle Keromnes. Lo que está por ver es cuando arrancarán las obras, cuya contratación se realizará en unas semanas y que tendrán un periodo de ejecución de seis meses, ya que se anunció que el Gran Hotel Miramar tiene previsto abrir sus puertas este próximo otoño.