Operarios de la empresa contratada por el Ayuntamiento retiran los residuos acumulados en la calle Blanco Coris.

La inminente retirada de basura por riesgo sanitario debilita la continuidad de la huelga

El Ayuntamiento ve «difícil» la nueva propuesta del comité, que ayer movió ficha ante la creciente presión social

Francisco Jiménez

Jueves, 10 de marzo 2016, 00:41

Las tornas parecen haber cambiado en la negociación para poner fin a una huelga de basuras que hoy encara su décimo día con más de ... cuatro mil toneladas en las calles. La indignación ciudadana por la prolongación del paro indefinido (concentraciones de protesta y quema de contenedores, incluidas) ha pesado. También que en el seno de la plantilla cada vez son más los trabajadores que consideran que la protesta debió terminar el lunes, sobre todo tras advertir el Ayuntamiento de que, a diferencia de lo ocurrido en anteriores conflictos, la empresa no va a compensarles con dobles turnos cuando toque recuperar la ciudad para que los días que secundaron la huelga computen como descanso y así no perder los entre 80 y 100 euros que le serán descontados cada día. Pero la puntilla la puso la advertencia del Ayuntamiento de que, si desde el martes hay una empresa externa limpiando puntos concretos por razones de seguridad, a partir de mañana será toda una flota de camiones la que recorrerá la ciudad retirando las montañas de residuos ante el ya evidente riesgo sanitario. En definitiva, reventar por decreto la huelga amparándose en informes de salubridad que constatan la presencia de ratas, cucarachas y hasta lixiviados en distintos puntos de la capital.

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Ante esta situación, al comité de empresa reaccionó ayer manteniendo un encuentro con el gerente de la entidad, Rafael Arjona, en el que le trasladaron su predisposición a retomar una negociación que se resquebrajó la noche del lunes cuando la asamblea de trabajadores tumbó el principio de acuerdo que sus representantes sindicales habían alcanzado (sin rúbrica) unas horas antes. Votaron seguir adelante con la huelga y exigir la recuperación de todas las condiciones incluidas en el colectivo de 2010-12 (previo a los recortes) apoyándose en una sentencia judicial que les da la razón al declarar que ése es el único acuerdo laboral vigente en la empresa mixta de limpieza. Pero el panorama cambió ayer. Después de encerrarse durante horas al completo, el comité envió por correo electrónico una nueva oferta.

Acuerdo, no convenio

Las principales diferencias respecto al documento del lunes son tres: se trataría de un acuerdo de desconvocatoria de huelga y no de un convenio; se aumentaría la paga de productividad para compensar el dinero perdido por secundar el paro siempre que la ciudad recuperara la normalidad el próximo lunes; y la anulación del millar de sanciones impuestas por supuesto bajo rendimiento quedaría en manos del consejo de administración de la entidad. A falta de una respuesta formal que trasladará hoy al comité tras analizar la propuesta económica y jurídicamente, el equipo de gobierno con el alcalde a la cabeza se reunió ayer y consideró «muy difícil» aceptarla. Primero, porque el objetivo del Consistorio es darle al pacto rango de convenio para evitar que se repita lo ocurrido con el principio de acuerdo que puso fin a la huelga de 2013. Y respecto a los otros dos puntos, porque supondría dar marcha atrás al contundente mensaje que Francisco de la Torre trasladó el miércoles en ambas cuestiones.

Así se ponía fin a una jornada que empezó con una concentración ciudadana a las puertas de la Casona del Parque pidiéndole al alcalde que no cediera más mientras la empresa externa contratada el martes por el Ayuntamiento terminaba la ruta que no pudo concluir el primer día por el Centro, Cruz del Humilladero y Carretera de Cádiz. Por la tarde, también continuó retirando bolsas de residuos en otros puntos de Bailén-Miraflores, Campanillas y la zona Este.

Unos trabajos a los que, de continuar el paro, podrían sumarse los que el gobierno municipal tiene previsto encargar mañana decretando un nivel alto de insalubridad pública. Y lo haría en base a sendos informes de los inspectores de limpieza y de la empresa que presta el servicio de control de plagas que, a falta de actualización, ayer ya constataban en algunos de los 58 puntos de muestreo la presencia no solo de animales domésticos (perros y gatos) esparciendo la basura, sino también de ratas y cucarachas. «Todo apunta a que si no es hoy ayer para el lector será el viernes cuando por motivos de salubridad se decrete recoger la basura de la ciudad», apuntaba el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez. Eso sí, abogando por «una solución pactada, defendiendo los intereses de la ciudad y cumpliendo las expectativas de los trabajadores».

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Todo ello mientras la Junta de Andalucía confirmaba oficialmente su negativa a aumentar los servicios mínimos. En respuesta a la petición formulada por Limasa, la Dirección General de Relaciones Laborales insta tanto a la entidad como al comité de empresa a un mayor control y supervisión para el eficaz cumplimiento de los servicios mínimos.

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