La T-2 del aeropuerto será remodelada para equipararla a la nueva terminal
Aena saca a concurso la redacción del proyecto, que contempla la modernización de las instalaciones inauguradas en 1991
Francisco Jiménez
Lunes, 2 de noviembre 2015, 01:01
Cuando un viajero llega al aeropuerto de Málaga, ya sea para coger un vuelo o tras bajarse del avión, puede percatarse fácilmente de que, aunque ... físicamente conformen un espacio unitario para la facturación, los embarques y la recogida de equipajes, en el aspecto estético la terminal 2 dista un mundo de la T-3, inaugurada en 2010. Después de 25 años de servicio y algunos 'parches', ahora parece que por fin llega el momento de la terminal Pablo Ruiz Picasso, ya que va a ser objeto de una remodelación integral consistente en la renovación del pavimento, los falsos techos y los aseos, la pintura de todo el edificio, la sustitución de los equipos de climatización y la modernización del sistema de detección de incendios con el objetivo de dar una imagen de uniformidad entre ambos edificios, que funcionan de manera conjunta en las zonas de público.
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En los presupuestos generales del Estado de 2016 hay reservada una partida de 9 millones de euros para estos trabajos, aunque difícilmente se gastarán puesto que, en el mejor de los casos, las obras no arrancarían hasta dentro de un año. En esa línea, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) acaba de dar el primer paso para que esta actuación empiece a despegar iniciando el proceso para encargar la redacción del proyecto constructivo y la asistencia técnica para la dirección y control de las obras. Esta labor de ingeniería ha salido a concurso con un presupuesto de 502.000 euros y un plazo de ejecución de 33 meses que abarcarían desde la elaboración del proyecto definitivo hasta el fin de las obras.
Trabajos nocturnos
En cualquier caso, cabe reseñar que la ejecución material de los trabajos se adjudicará en otro expediente paralelo, una vez esté culminado el proyecto que servirá de base. Lo que sí que deben tener claro las empresa que se presenten al concurso es la premisa de que todas las actuaciones tienen que estar diseñadas, estructuradas y calculadas de forma que alteren lo mínimo imprescindible la actividad diaria del aeropuerto. Teniendo en cuenta el continuo movimiento de viajeros que registra el recinto, con cifras récord de usuarios, queda descartado el cierre de la T-2 durante las obras, aunque ello suponga alargar la duración de las mismas. Por ello, se plantea la posibilidad de que los trabajos se realicen en horario nocturno.
A falta de ese documento más exhaustivo y detallado, el pliego de condiciones ya deja bien clara «la necesidad de acometer la remodelación de la T-2 para dotarla de un aspecto estético acorde a su uso y similar a la T-3». En el anteproyecto ya se advierten los «graves desperfectos» que presenta el solado de baldosas después de 25 años sin reponerse, al igual que los falsos techos, que pese a haber recibido una mano de pintura aún aflora un tono amarillento propio del paso del tiempo. En cuanto a los equipos de climatización (10 bombas de calor y seis de frío situados en la cubierta existente entre las T-1 y la T-2) y los de detección de incendios, la renovación se plantea porque están al límite de su vida útil (diez años) y resulta cada vez más complicado encontrar piezas de repuesto al estar descatalogados. Capítulo aparte merecen los aseos, que son un frecuente motivo de queja por parte de los usuarios tal y como recogen las encuestas y estudios de calidad que realiza el aeródromo. Un aspecto «antiguo y desgastado» que en la zona de personal de las compañías se agrava por los malos olores motivados por una defectuosa instalación del saneamiento. En estos, se abrirán ventanas para mejorar su ventilación.
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