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Vista de la carretera del campo de golf, donde la presencia de ciclistas y deportistas es habitual.
Una travesía peligrosa

Una travesía peligrosa

Falta de mantenimiento y ausencia de seguridad en la carretera del Campo de Golf en Guadalmar

José Manuel Alday

Domingo, 18 de octubre 2015, 15:00

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La carretera Campo de Golf que va desde Guadalmar hacia Arraijanal, es una vía bastante transitada que es utilizada por muchos ciudadanos para sus desplazamientos y, también, para pasear en bicicleta, correr o simplemente caminar aprovechando el entorno en el que se encuentra. Sin embargo, los que la frecuentan advierten que esta carretera es bastante peligrosa porque no ofrece la seguridad y garantías necesarias y, además, soporta más tráfico desde la apertura de un nuevo acceso a la zona comercial de Plaza Mayor. Se quejan de que la vía cuenta con un asfaltado «bastante irregular», lo que sin duda resta seguridad a los automovilistas, motoristas y ciclistas que por allí circulan. Además indican que la carretera no tiene arcenes y la vegetación crece de forma salvaje a un lado y a otro de la misma invadiendo en muchos casos la propia vía, lo que dificulta la circulación y constituye un peligro para los vehículos que circulan por ella, y por descontado para las personas que recorren este lugar realizando deporte o simplemente desplazándose, ya que tienen que invadir la calzada.

La existencia de peligrosos boquetes de arquetas que están al aire y semicubiertos de vegetación en los que puede caer cualquiera es otro aspecto que les preocupa, junto a la existencia de vertidos incontrolados de residuos diversos y de basuras que aseguran está convirtiendo aquello en un vertedero de escombros y basuras. «Aquí ya ha habido accidentes y lo extraño es que no se produzcan más, porque esto está muy abandonado y pasan muchos ciclistas y niños», señala Salvador Sánchez, residente en Guadalmar y que frecuenta la zona. Este ciudadano, que dice hablar en nombre de sus vecinos de la urbanización, pide una intervención urgente para mejorar esta carretera, donde asegura existe una limitación de velocidad de 30 kilómetros por hora «pero la gente no lo respeta y va a mucha más velocidad». «Tienen que arreglarla, asfaltarla, limpiar la zona, además de podar los árboles y quitar la vegetación de los arcenes», dice. Y reconoce que la máxima aspiración del vecindario sería «que se creara un carril bici, ya que es una zona muy transitada por los ciclistas y sería una manera de darle sentido a esta vía».

Esta zona se transformará seguramente tras la luz verde dada por la Junta de Andalucía a La Academia del Málaga y al parque metropolitano de Arraijanal.

Guadalmar. Mobiliario pendiente

Otro vecino de Guadalmar reclama también que se dote del mobiliario urbano necesario junto a los carriles existentes en la desembocadura del Guadalhorce, donde recientemente se mejoraron los caminos de tierra echando una capa de gravilla. Tras esta actuación, los vecinos solicitaron que la intervención se viera completada con la instalación de algún equipamiento, como bancos, que había pero los quitaron, y también árboles para que tanto los residentes en la zona como los que se acerquen a aquel lugar puedan disfrutar de ese equipamiento.

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