La noria panorámica gusta en el Puerto, pero más cerca del Soho
Empresarios, hosteleros y responsables de hoteles consideran básico que la futura instalación no afecte a la imagen de la ciudad
Juan Soto
Martes, 16 de junio 2015, 00:46
Noria sí, pero no a cualquier precio. Empresarios, hosteleros y responsables de hoteles de la ciudad creen que la atracción panorámica que se pretende instalar el Puerto podría ser un referente... pero sólo si se hace bien. Y por ello consideran básico encontrar una ubicación que no afecte al skyline de la ciudad ni deteriore la imagen del Centro Histórico, como el entorno del Soho.
Oposición de la Academia de Bellas Artes de San Telmo
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La Real Academia de Bellas Artes de San Telmo ha mostrado su rechazo frontal a la idea de instalar una noria gigante en el Puerto. Tanto, que ayer presentaron un escrito en el Registro del Ayuntamiento argumentando que esta atracción «afecta a un espacio estratégico y privilegiado del Centro Histórico que debería ser preservado». En el documento exponen que tampoco es una instalación adecuada desde el punto de vista arquitectónico porque «competirá innecesariamente con la arquitectura de la Catedral, del hotel Málaga Palacio y de los edificios de la plaza de la Marina». Por último, solicitan a los responsables del Ayuntamiento que se replanteen la idea de instalar esta estructura «en un lugar declarado Bien de Interés Cultural del Centro Histórico» porque los perjuicios «son absolutamente desproporcionados respecto a los beneficios que puede aportar». Por todo ello aconseja que se ponga en otra zona de la ciudad como puede ser el muelle de la zona de San Andrés o en el recinto ferial.
Los empresarios consultados consideran que este enclave no taparía la visión de ningún monumento de la ciudad y, además, serviría para revitalizar una zona que aún necesita un empuje. Por contra, los responsables de diferentes colectivos se mostraron rotundamente contrarios a instalar una atracción de setenta metros de altura en la entrada del puerto (como inicialmente se había planteado).
La ubicación elegida por los empresarios coincide en esencia con la última planteada por la Autoridad Portuaria, que la semana pasada contraofertó ofreciendo la entrada de Muelle de Heredia tras la negativa del Ayuntamiento a otras ubicaciones por su impacto visual. La localización exacta que ahora maneja el presidente de esta institución, Paulino Plata, estaría a la espalda de la estación de autobuses, en los terrenos que actualmente ocupa un antiguo edificio, donde tiene la sede el Apostolado del Mar.
Los responsables de establecimientos hoteleros son los que más a favor están del proyecto. Francisco Moro, vocal de Aehcos en Málaga cree que se trata de una idea «muy interesante para la ciudad» porque una noria de este tipo no se pone en cualquier ciudad del mundo. «Todo lo que sea aportar, bienvenido sea;porque si hoy viene una noria, mañana será otra cosa de más calado», sostiene. Para este empresario es fundamental escoger un lugar adecuado, como el muelle 3. «En la entrada del Puerto no puede estar, porque taparía las vistas de la Catedral, pero en el Soho beneficiaría a los empresarios de la zona y atraería a nuevos turistas».
Lugar adecuado
También se posiciona en la misma línea la asociación de comerciantes del Centro Histórico. Su presidenta, María José Valenzuela, cree que a la hora de abordar un proyecto de esta envergadura es clave encontrar un buen lugar. «Si es el Soho, me parece bien, porque esos empresarios necesitan un empuje; pero en cualquier otro lugar podría ser contraproducente». No obstante, esta emprendedora cree que «Málaga tiene suficientes reclamos como para necesitar una noria como la que se encuentra en muchas otras ciudades».
Con especial cautela opinan desde la asociación Málaga Hostelería, donde creen necesario que una instalación de este tipo esté acompañada de una actuación mayor. Jesús Sánchez, su presidente, entiende que «la noria por sí sola no significa nada» y que necesita un plan más ambicioso. Cree que el Soho sólo sería una buena opción si no se pusiera la atracción sola y se completara con más actividades.
Quienes no lo ven en absoluto son los arquitectos de la ciudad. Antonio Vargas, decano del Colegio de Arquitectos, se opone a ocupar el espacio público «por el interés privado de un feriante». Es, en síntesis, lo mismo que sostienen los vecinos del Centro. Ester Ramírez, presidenta del colectivo, cree que la próxima idea será «una montaña rusa para tirarnos a los vecinos directamente al mar». Opiniones encontradas para un proyecto que genera gran expectación.
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