Un vial pendiente de solución

Los vecinos de la barriada de San Julián reclaman que se acometa de una vez la ampliación del vial conocido como Camino de San Julián a Guadalmar, una actuación que dicen se les anunció el pasado año que se ponía en marcha, pero que no acaban de ver realizada. Hay que remontarse al año 2010 para encontrar el origen del problema, pues en esa fecha se inició la construcción del vial que comunica esta barriada con la Autovía del Mediterráneo, más concretamente el vial denominado Camino de San Julián a Guadalmar. Las complicaciones surgieron cuando una empresa de la zona impidió inicialmente la construcción del vial en un lugar ocupado por su nave, ya que alegó poseer escritura de propiedad de parte de estos suelos, por lo que el Ayuntamiento hizo el vial pero reducido a un solo carril, hasta que finalmente llegó a un acuerdo con el propietario de los terrenos. Estos vecinos aseguran que lo último que saben es que en una comisión de Urbanismo del Distrito, celebrada el 23 de septiembre de 2014, el concejal del distrito les informó que la Gerencia de Urbanismo había levantado el acta de ocupación y estaba redactando el proyecto de demolición de la nave por existir fibrocemento, y que ese mismo mes se procedió a comenzar la demolición. Sin embargo, según indican, «el estado del citado vial es el que se demuestra en la foto, es decir con la ocupación del vial, con el consiguiente peligro que esta incidencia está produciendo tanto a los conductores como a los peatones que tienen que transitar por este vial, hasta tal punto que el Ayuntamiento colocó dos carteles informando del peligro a los vecinos que tienen que utilizar este vial de entrada a la Barriada de San Julián».

Mauricio Moro: suciedad e indigentes

Pese a la campaña que la empresa municipal Limasa está acometiendo en diferentes distritos de la ciudad para tratar de limpiar a fondo las calles, las quejas por la suciedad de las mismas persiste. Así, Joaquín Gordillo envía a esta sección varias fotografías del mal estado de la limpieza viaria en la calle Mauricio Moro. «Los vecinos estamos cansados de tener que soportar todo tipo de suciedades que nos dejan los indigentes que pernoctan en esta calle», dice. Y asegura que «hay algunos que llevan varios años, y van acompañados de hasta 6 perros que ladran a cualquier hora de la noche, haciendo sus necesidades no sólo alrededor de los contenedores de basura, a los cuales no podemos acercarnos a depositar las bolsas, sino también en los portales de las viviendas y donde pillen», por lo que reclama más limpieza y control de esas personas.

Torre Atalaya: limpieza deficiente

De falta de limpieza se queja también Carmen María Galván, quien pide además que devuelvan a la zona al operario de Limasa que se encargaba de limpiar el sector de Torre Atalaya y critica el abandono y la suciedad existente en la zona.