La depuradora del área metropolitana se enquista

La tercera depuradora de Málaga, prevista al norte del aeropuerto para canalizar las aguas residuales de buena parte del área metropolitana, amenaza con abrir un nuevo frente entre la Junta de Andalucía y Ayuntamiento. A raíz de las discrepancias políticas surgidas por la decisión de la Consejería de Medio Ambiente de reducir su capacidad, la próxima semana está prevista una reunión técnica para abordar las necesidades presentes y futuras de la estación.

Hace años, ambas administraciones consensuaron un anteproyecto en la que la denominada estación Málaga-Norte tendría capacidad para regenerar un caudal diario de cien mil metros cúbicos y dar servicio a una población equivalente de 400.000 personas, un volumen de producción más que suficiente como para tratar sin problemas futuros las aguas de Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande y Cártama, además del excedente que no pueda asumir la planta del Guadalhorce (Torremolinos y las barriadas de Churriana, Campanillas y Puerto de la Torre). Sin embargo, Medio Ambiente ha optado ahora por un proyecto menos ambicioso, reduciendo a la mitad su capacidad (43.000 metros cúbicos diarios para 275.000 habitantes) y rebajando también su coste (de los 80 millones a 52,5) al considerar que la propuesta inicial estaba sobredimensionada.

Un cambio que no convence al Ayuntamiento, donde aseguran no entender cómo una depuradora que se construirá en el término municipal de Málaga (a la altura de la desembocadura del río Campanillas en el Guadalhorce, justo en el límite Alhaurín de la Torre) apenas tendría beneficios para la ciudad, cuyas dos plantas (Guadalhorce y Peñón del Cuervo) llevan años al límite al atender a 600.000 vecinos.