Una gran plaza muy desaprovechada

En la época romana las plazas o foros eran espacios para el paseo, el diálogo y la reunión de los ciudadanos. Algunas del siglo XXI distan mucho de ese concepto y la utilidad de las mismas está en cuestión o, simplemente, se reduce a ser meras vías de tránsito. Es lo que ocurre con la plaza San Juan de la Cruz: no tiene un árbol que dé sombra a tanto cemento, ni fuente que lo refresque, ni bancos que ofrezcan descanso a sus innumerables transeúntes. Lo último ha sido aplicar la normativa municipal (algunos dirán que para eso está) y advertir con tres carteles de que se prohíbe patinar bajo multa de entre 300 y 750 euros. «¿Estamos locos?», se pregunta un vecino de la zona que solía acudir con su nieto a esta plaza a patinar . «Parece que los niños estorban ahora para todo: ya no pueden jugar al balón en la calle porque también se les multa, hay hoteles en los que no se les admite y hasta el AVE ha creado vagones silenciosos para no tener que aguantarlos», expone.

Este vecino, que prefiere mantenerse en el anonimato, se plantea para qué sirve entonces esta enorme plaza. «Tiene un suelo liso que la hace ideal para que los patinadores puedan deslizarse con facilidad; ahora, tampoco podremos sacarle partido a eso», se lamenta Adriana Yepes, una joven asidua a la zona. Y es que entiende que los jóvenes con los monopatines pueden causar alguna molestia, «pero no se puede ser tan radical y eso se hubiera podido solucionar con una limitación horaria», apunta.

Ahora su uso quedará reducido a mero tránsito de personas, a ser cubierta de un parking municipal al que acuden conductores desesperados a dejar sus vehículos cuando han peinado la zona en busca de aparcamiento sin éxito y refugio de la grúa municipal que constantemente acude al mismo a dejar los numerosos vehículos que denuncia por mal estacionamiento. «Es muy triste pagar impuestos y que no tengan su reflejo en servicios útiles para la comunidad o que te los quite el gestor de turno porque hay que aplicar una norma. Sin duda, debe ser muy importante para la convivencia, pero sin medir ni sopesar consecuencias», denuncia Juana Cantos, quien invita a darse una vuelta por la zona y comprobar que hay demanda suficiente para los servicios recreativos que se instalen. «Nada más que hay que ver llenos de niños los dos parques infantiles que hay en las otras dos plazas cercanas a San Juan de la Cruz», afirma.

Avenida Herrera Oria. Deterioro de señales de tráfico

Algunas señales de tráfico van pidiendo un repuesto urgente. Es el caso de las instaladas en la avenida Herrera Oria, en dirección a la zona de Portada Alta. La imagen es solo un ejemplo del deterioro que presentan todas la señales de esta vía. «Se trata de una de las principales arterias de la ciudad, que incluso canaliza el tráfico para tomar la autovía de salida de la ciudad, de ahí la importancia de que se vean bien», expone Juan Pedro, quien precisa que en algunas ni siquiera se intuye la dirección que apuntan.