Referéndum por un parque en Teatinos

Como si de una consulta soberanista se tratara, los vecinos de Teatinos sometieron ayer a referéndum la idoneidad o no de ampliar un parque infantil en la calle Franz Kafka. En el plebiscito no faltaron la urna, las papeletas ni el notario que debía dar fe del resultado. Un total de 1.742 propietarios y 81 comerciantes fueron convocados para decidir sobre el futuro del barrio, después de que el Ayuntamiento se comprometiera a acatar la decisión de los vecinos. Y ganó el sí.

La votación secreta ha sido la única solución que ha quedado para resolver un conflicto que llevaba más de un año enconado. Ni las innumerables reuniones entre los vecinos, ni el intento de mediación del Ayuntamiento, habían logrado apaciguar unos ánimos que llevaban caldeados desde abril del año pasado, cuando un grupo de residentes comenzó a denunciar el excesivo ruido generado por los usuarios de una zona de juegos.

Francisco Olmedo, presidente de la asociación de vecinos Teatinos-Ciudad de la Justicia, explica que los enfrentamientos comenzaron cuando el Consistorio decidió eliminar uno de los dos parques infantiles que había en la plaza ubicada en la confluencia de las calles Gregorio Prieto y Franz Kafka (entre ambos dista una distancia de apenas 25 metros).

Tras hacerse pública la eliminación de este espacio aprobada y consensuada con la asociación de vecinos, un grupo de residentes y los propietarios de los negocios de la plaza comenzaron a movilizarse para conseguir que el Consistorio diera marcha atrás en sus planes. «Los propietarios de esos bloques nos habían pedido que se quitara porque el ruido por las noches era muy grande y porque hay otro muy cerca», se defiende. En el lado contrario, los empresarios defendían que este parque no molestaba a nadie porque sólo se utilizaba durante el tiempo que estaban abiertos los negocios.

Conscientes del problema que se les venía encima, los responsables del distrito trataron de llegar a un acuerdo en diferentes encuentros con los vecinos contrarios a la medida, pero no fue posible llegar a ningún entendimiento. «Las posiciones estaban muy enfrentadas; cada uno sólo defiende lo suyo sin pensar en los demás».

Así, hasta el pasado miércoles, cuando fueron convocadas todas las partes a una reunión en la junta de distrito para intentar encontrar una solución en común. Pero todo fue empeorando conforme avanzaba la cita. El encuentro, al que acudieron la concejala del distrito, Gemma del Corral, y el edil de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, se fue crispando hasta el punto de que los responsables municipales les animaron a consensuar una solución, ya que ellos harían lo que decidiera la mayoría. «Entonces se nos ocurrió hacer un referéndum, que es lo más democrático que se puede hacer en estos casos».

Según se expuso durante aquella reunión, si ganara el sí como finalmente ha ocurrido, el área de Parques y Jardines se haría cargo del coste de ampliar el único parque infantil que sigue existiendo en la zona. Paradójicamente, esta maniobra permitirá que los vecinos de la calle vuelvan a tener los mismos metros de parque infantil que hace un año, cuando el Ayuntamiento entendió que era demasiado espacio y decidió eliminarlo. «Visto así, parece algo poco entendible, pero es lo que va a pasar», reconoce Francisco Olmedo.

Tras la votación, la edil responsable del distrito, Gemma del Corral, se mostró satisfecha con la solución adoptada. «Orgullosa de mis vecinos. Esto sí que es democracia», dijo en Twitter. Será así si es que no hay más vueltas atrás.