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Ignacio Mata, en el centro de Málaga.
«En Suecia ya ven Málaga como una nueva Barcelona»

«En Suecia ya ven Málaga como una nueva Barcelona»

La demanda residencial de los suecos pone de moda Nerja y la capital como destinos con este experto como una pieza clave del 'boom'

José Vicente Astorga

Domingo, 22 de junio 2014, 01:11

El Lunes Santo hace de guía al frente de una centuria de suecos -y ya van cinco años-, una tarea que obra milagros en la agenda del asesor inmobiliario y turístico malagueño mejor posicionado en Estocolmo. Cautivo de su pasión por los idiomas, un año allí con toda la familia -y el perro- le ha reforzado como la cara en la Costa del Sol de la primera inmobiliaria de aquel país. El año pasado su gestión fue clave en cien compraventas. Ahora vive a caballo entre la capital sueca y Málaga, que muchos profesionales nórdicos ya miran como lugar cálido y atractivo para trabajar/descansar. De la embajada al Patronato de Turismo todos echan mano de este hombre que va y viene del frío cuando se trata de vender emociones o casas en Andalucía.

Los suecos fueron pioneros de la Costa del Sol. ¿Por qué vuelven ahora vuelven con tanta fuerza?

España es el destino tradicional para ellos y escandinavos en general. Las suecas no solo llegaron a principios de los 60 a Torremolinos. También a Málaga. En Sacaba, por ejemplo, hay un edificio construido por un promotor sueco y curiosamente la madre del primer ministro sueco, Reinfeldt, veraneaba allí. En el nuevo aumento del turismo sueco hay un poco esa motivación histórica. Con la bajada de precios tras el boom vuelven también a comprar porque la crisis les ha pasado de soslayo, su moneda está fuerte y se han vuelto locos comprando y al contado. Ves a suecos de 40 o 50 años comprando sin financiación. Hay que tener presente que están a poco más de cuatro horas de Málaga y que la gran motivación -la oscuridad y el frío en su país- mueve a personas que siempre están pensando cómo vivir mejor y planteándose vacaciones: unas antes de navidad, otras en febrero y luego en verano.

¿Cuántos suecos residen en la Costa del Sol?

Si digo entre quince y veinte mil creo que no me equivoco. Es una estimación difícil pero no creo que menos. Aunque Marbella sigue, ahora Nerja está totalmente de moda. Todo el mundo habla de ella en Suecia. Pienso que para ellos representan una esencia española muy atractiva, un ambiente de pueblo andaluz frente al mar. La primera inmobiliaria sueca abrió la segunda oficina en Nerja hace dos años y medio y es todo un referente. Es el punto caliente, y eso que Nerja no es barata. Los suecos buscan sobre todo apartamentos de dos habitaciones cerca de la playa.

¿Cómo están los suecos en cuanto a integración?

Creo que es la comunidad extranjera que mejor lo hace. Por supuesto, todos hablan inglés, desde niños, pero los hay que hacen por aprender español. Son los más abiertos. Un dato sorprendente es que en Nerja, la asociación de residentes suecos tiene casi mil miembros, yo les he ayudado a organizar. Viajes, charlas, servicios, les admiro por su espíritu asociativo.

¿Cuántos años llevan vendiendo viviendas a extranjeros?

Ya tenía contacto cuando trabajé en Deutsche Bank, en 1998, pero dos años después di el salto a una empresa de la familia de mi mujer, un bufete del que me haría socio.

¿Cómo fue su entrada en el mercado sueco?

Fue casual. Yo aprendí sueco al principio por resultar agradable a mis clientes, para poder decirles algo en su idioma. Fue un hobby, que sigue siéndolo y un cliente, un corredor de seguros que vive en Marbella y que ahora es también un buen amigo, me insistió en que me fuera a Suecia. A él le debo todo mi mundo sueco, por así decirlo. Fue mi mentor, me presentó a inmobiliarias, bancos...

Y en la embajada española en Estocolmo, a usted, alfombra roja ¿no?

Me han tratado de maravilla porque cuando quieres hacer cosas te encuentras gente simpática y dispuesta, además, claro, de burócratas. He colaborado en varios eventos en la embajada, como en dos road show para promocionar la vivienda cuando Beatriz Corredor fue secretaria de Estado de Vivienda. En la segunda vez, en 2011, invité a promotores y bancos suecos. Fue digamos el pistoletazo. Varias empresas me llamaron y eso me posicionó en aquel mercado. Mi mujer y yo nos liamos la manta a la cabeza y nos fuimos un año. Fue del verano de 2012 a 2013. Me hubiera quedado un año más. Una inmobiliaria a la que conocía al final me ofreció trabajar juntos.

¿En cuántas compraventas ha intervenido en el último año?

Calculo que casi un centenar.

¿Y cómo despeja los recelos de esos compradores sobre la legalidad urbanística, tan vapuleada? ¿Cómo les vende confianza?

Es verdad que ellos se plantean la seguridad de su inversión, pero trabajan con bancos e inmobiliarias de su país. La principal inmobiliaria sueca es de un banco, y es líder no por quiebras sino por clientela. Tiene 300 oficinas en el país y tienen oficinas aquí en Marbella, además de Nerja y Fuengirola. Mi trabajo es llevar a esos clientes, pero la puerta de entrada es una empresa sueca que me buscó porque me conocía. Hay despachos de abogados suecos en la Costa, pero me pidieron que trabajara más con ellos y que querían ampliar en Marbella, y claro, uno va donde está el trabajo. Cada dos meses voy a Estocolmo.

¿No será contribuyente sueco?

No, pago mis impuestos en mi querida España.

¿Intuía el fracaso del incentivo del Gobierno de permiso de residencia a no comunitarios a cambio de comprar casa en España?

Ese no suele ser problema para personas pueden invertir 500.000 euros. Soy economista y creo que hay medidas tributarias que podrían incentivar más la compra.

¿Por ejemplo?

La tributación del 21 por ciento por ganancia patrimonial cuando el no residente vende una vivienda. Yo lo bajaría al 18 y en zonas costeras bajaría también Transmisiones al menos dos puntos, aunque condicionándolo a que mantuviera equis años la propiedad para evitar la inversión especulativa.

¿Qué le dicen cuando se enteran del elevado Impuesto de Sucesiones en Andalucía por heredar una casa, por ejemplo?

Se les ponen los pelos de punta. Sucesiones y donaciones entre padres e hijos es algo que no existe en Suecia. No es justo para nosotros ni para ellos.

¿Nos falta una estrategia sólida para atraer turismo residencial?

Totalmente. El principal comprador en zonas costeras es centroeuropeo y nórdico. El británico se fue, pero volverá. Los que vivimos aquí tenemos que ver el turismo como una industria, no como un negocio donde quien pone ladrillos quiere llevarse hasta el último euro. Hay que hacerlo bien. Trabajar y dar un servicio es una industria fantástica que mueve mucho dinero. Espero que la cuidemos porque seguirán viniendo para convertir la Costa en su segunda o primera residencia y por eso, seamos inmobiliarios, carpinteros, economistas, notarios...tenemos que cuiar esta industria, formarnos en idiomas, en inglés. Si a un extranjero te lo ganas, eso tiene un efecto impresionante.

Pero el turismo residencial se sigue viendo como competencia porlos hoteleros

No le veo sentido. Los principales embajadores de Málaga son los que tienen una vivienda, generan muchas visitas y es lógico que ofrezcan alojamiento a familiares y amigos para que no vayan a hoteles, pero son turistas que visitan la capital. Un día vienen al Picasso, al Cervantes, al Thyssen. Hay que fomentar que Málaga cada vez está mejor. Cuando vuelvan a su país lo comentarán.

¿Cómo se puede trabajar mejor Málaga como destino residencial para el mercado nórdico?

Sin duda, y uno de mis objetivos profesionales es vender Málaga, que es un destino muy vendible y muy interesante para profesionales que están en edad activa, en torno a 50 años o menos. Lo primero que me piden todos es ADSL porque no quieren perder un minuto en poder trabajar. No es el mejor destino quizás para el que busca golf o un apartamento tan barato como en Manilva... En Suecia, se empieza a conocer a Málaga como la nueva Barcelona porque es el summun de lo chulo, la España que ellos conocen más la modernidad. Tienes conexión diaria con Estocolmo con vuelos baratos. Norwegian ha copado el mercado escandinavo. Cuando vuelo hay muy pocos sitios libres.

¿Qué le parece cómo se hace la promoción turística desde las administraciones?

Todas tendrían que ir a una. No puede ser que cada una gaste y que no siempre se llegue con efectividad. La Administración siempre debe estar detrás, pero no aparecer en la foto.

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