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Ignacio Lillo
Lunes, 19 de mayo 2014, 20:40
La esperada reunión de ayer, para analizar los temas pendientes del metro, deja tres certezas, y muchas incógnitas. Entre las primeras, la coincidencia entre los representantes de la Junta y del Ayuntamiento de la capital en la oportunidad que se presenta, tras la peatonalización del lateral Norte de la Alameda Principal obligada por la ubicación de la estación Atarazanas sobre la calzada, a la altura de la calle Torregorda de cerrar al tráfico también el lateral Sur. A renglón seguido, una y otra también están de acuerdo en exigir al contrario que pague estas obras, valoradas en unos seis millones.
Ante este escenario, el concejal de Movilidad, Raúl López, pidió formalmente que se celebre un encuentro de alto nivel entre el alcalde, Francisco de la Torre, y la consejera de Fomento, Elena Cortés, para tratar de llegar a un consenso en este tema, pero también en otros muchos que están sin resolver.
Hay certeza en otro punto clave, y es que el aspecto anterior no va a bloquear los trámites necesarios para hacer posible la licitación del tramo hasta el Centro. El concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, mostró su confianza en que se pueda emitir el informe de adecuación al PGOU a partir del lunes, cuando está prevista una puesta en común de técnicos de ambas partes para aclarar las dudas que han surgido. El delegado de Fomento, Manuel García Peláez, insistió en que esta fase se debe llevar a cabo lo más rápido posible, ya que el plazo de ejecución es de 33 meses y la estación tiene que estar operativa a finales de 2017.
Hospital Civil
La tercera pieza del puzzle en la que se sigue avanzando es el proyecto constructivo del trazado en superficie hasta el Hospital Civil, que ya está elaborado y que se presentó formalmente ayer. La idea es abrir, antes de final de mes, el periodo de exposición pública y poder tramitarlo. En este caso, García Peláez reconoció que el coste final será el doble del previsto inicialmente, unos 41 millones, por el hecho de que irá soterrado por toda la calle Hilera hasta la confluencia con Santa Elena (para continuar después en superficie por Eugenio Gross y Blas de Lezo). El plazo será de 24 meses. El Ayuntamiento se ha comprometido a estudiarlo y a buscar el consenso con los vecinos.
Y ahora llegan los motivos de discordia. El principal es el rechazo por parte de la Junta, tras un informe jurídico, a aceptar que el soterramiento del AVE se pueda incluir como compensación en obras de movilidad; ante lo que García Peláez propone precisamente cambiarlo por la peatonalización del lateral Sur. El Ayuntamiento insiste en defender esta propuesta como válida.
Tampoco hay acuerdo sobre actuaciones en los puntos donde el tráfico se verá afectado por el paso del tranvía, en especial en el entorno del Hospital Clínico; ni sobre la culminación de lo que está pendiente en Juan XXIII para conectar con el bulevar. Por último, ambas partes se comprometieron a tratar de cerrar el nuevo convenio de financiación y mantenimiento del metro antes de que esté en marcha, en julio. Pero desde la Consejería alegaron que todavía lo están negociando con la concesionaria, así que tampoco esto tiene un horizonte claro
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