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Flores en recuerdo a las víctimas. Efe
Posible fallo en la vigilancia tras la prisión del terrorista de Londres

Posible fallo en la vigilancia tras la prisión del terrorista de Londres

Reformas penales y recortes presupuestarios son el telón de fondo del caso de Usman Khan

Iñigo Gurruchaga

Londres

Sábado, 30 de noviembre 2019, 17:29

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El ministro de Interior laborista, David Blunkett, introdujo en 2003 las sentencias por tiempo indeterminado para protección del público (IPP) a partir de 2005 porque, a su juicio, algunos delitos que no eran castigados con cadena perpetua tenían la suficiente gravedad como para evitar que el condenado pudiese quedar automáticamente en libertad condicional tras el cumplimiento de la mitad de la sentencia.

La nueva sentencia indeterminada dejaba en manos del juez que fijase una 'tarifa', un tiempo de cárcel de obligado cumplimiento, y que quedase en manos del 'Parole Board'- con un rol en Reino Unido equivalente al que tienen los juzgados de vigilancia penitenciaria en España- la evaluación sobre si el preso podía ser puesto en libertad condicional tras cumplir la 'tarifa'.

En 2012, las IPP habían creado varios problemas. Reino Unido es entre los países ricos de la Unión Europea el que tiene más presos por habitantes y los condenados por tiempo indeterminado que no salían del sistema penitenciario tras cumplir el mínimo tiempo de condena agravaban problemas de congestión y debilitad en un sistema que sufría drásticos recortes presupuestarios.

Un problema adicional era que presos condenados por el mismo delito cumplían penas diferentes, porque al consejo que decidía la libertad condicional se le había acumulado una enorme tarea de gran complejidad. Las IPP fueron abolidas, aunque no se aplicó la retroactividad y hay aún en las cárceles más de dos mil presos en ese estado indefinido de pena.

De especial peligro

Usman Khan y sus ocho cómplices fueron sentenciados a penas indeterminadas en febrero de 2012, tres meses antes de la abolición de ese tipo de sentencias. El juez del caso, Alan Wilkie, fijó un tiempo mínimo de ocho años en prisión y advirtió que Khan y otros dos miembros del grupo representaban especial peligro porque su plan de creación de campos de entrenamiento tenía un enfoque más hondo y a largo plazo.

En abril de 2013, el juez del Tribunal de Apelación, Brian Leveson, anuló la sentencia indeterminada contra Khan y sus dos cómplices en la ciudad de Stoke on Tren y les impuso penas con plazo fijo coherentes con un delito de conspiración para cometer actos terroristas: 16 años de cárcel para Khan. Que fue detenido en diciembre de 2010 y puesto en libertad condicional cuando cumplió la mitad de su sentencia.

Leveson añadió en su sentencia que los detenidos tendrían que estar comunicados con responsables de programas antiterrorista durante treinta años. Las circunstancias en las que Khan pudo cometer sus crímenes el viernes son ahora investigadas, pero son evidentes posibles fallos en su vigilancia y rehabilitación en libertad condicional, un sistema sobre el que se han vertido fuertes críticas en el Parlamento en los últimos años por su falta de medios y su deficiente organización.

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