«Devastación apocalíptica» en Venecia

La excepcional marea, provocada en parte por el temporal que azota Italia en los últimos días con vientos de más de 100 kilómetros por hora, dejó un muerto electrocutado, apagones, incendios, hundimiento de barcos y grandes daños en su riquísimo patrimonio histórico-artístico. No se libró ni la basílica de San Marcos, cuya cripta acabó cubierta por unos 110 centímetros de agua. También se inundó una parte del histórico teatro de La Fenice, que canceló sus próximos conciertos, mientras que los colegios permanecieron cerrados.

Es de tal magnitud el desastre en la ciudad de los canales, anegada en más del 80% y con sus calles convertidas en piscinas, que no parecen exageradas las palabras del gobernador regional del Véneto, el miembro de la Liga Luca Zaia, quien habló de «devastación apocalíptica y total» y de daños «inimaginables». El alcalde pidió la declaración del estado de emergencia y aprovechó para instar una vez más al Gobierno de Roma a que termine las infraestructuras necesarias para evitar las inundaciones.

Los episodios son cada vez más graves y frecuentes debido a que Venecia es uno de los lugares de Italia más sensibles a la emergencia climática por su peculiar naturaleza y ubicación, al estar situada en medio de una laguna marina. Para evitar estos desastres se ideó el llamado proyecto 'Moisés', un sistema de diques móviles que deberían proteger a esta urbe Patrimonio de la Humanidad. Los venecianos llevan pidiendo una infraestructura de estas características desde las históricas inundaciones del 4 de noviembre de 1966, aunque el proyecto no empezó a construirse hasta 2003. Tendría que haber entrado en funcionamiento en 2016, pero las obras aún no han concluido y pocos creen que puedan terminarse antes de 2022, el último plazo previsto. El 'Moisés' costará cerca de 5.500 millones de euros, una cifra exorbitante que ha propiciado varios casos de corrupción. Sólo su mantenimiento se estima en unos 100 millones anuales.

La situación de alarma meteorológica continuará en los próximos días. Según informó el Centro de Mareas, cuyas propias instalaciones sufrieron daños en las líneas telefónicas debido a la inundación, el 'agua alta' se mantendrá durante varias jornadas más. Protección Civil informó por su parte de que a partir de este jueves el noreste de Italia se verá golpeado por un nuevo temporal con copiosas lluvias, fuertes vientos y nevadas abundantes incluso en cotas bajas. Entre las regiones en alerta amarilla está el Véneto, pero no es la única. También se mantienen en situación de peligro otras zonas del país como la sureña Basilicata, cuya capital, Matera, sufrió igualmente graves daños materiales debido a las precipitaciones torrenciales registradas la noche del martes.

Las pérdidas causadas por el temporal en Venecia son de cientos de millones de euros, estimó el alcalde, que teme que esta inundación agrave otro de los mayores problemas que tiene la ciudad, la despoblación. Si en 1966 eran poco más de 120.000 las personas que vivían en el centro histórico, según el último censo están ya por debajo de 53.000. «Aquí nos jugamos el futuro de Venecia porque así no se puede seguir viviendo. Necesitamos seguridad. Nos jugamos la credibilidad internacional de Italia. Si la ciudad muere, muere el país», advirtió Brugnaro, recordando que el año pasado ya estuvo a punto de producirse un desastre similar.