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Vista exterior de la cárcel de Condé sur Sarthe, este martes. EFE
Un preso radicalizado apuñala a dos funcionarios de prisiones en Francia

Un preso radicalizado apuñala a dos funcionarios de prisiones en Francia

Aprovechó la visita de su mujer para atacar a los trabajadores con un cuchillo cerámico, indetectable en los controles de acceso al centro

Paula Rosas

París

Martes, 5 de marzo 2019, 19:44

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Al grito de «Allahu akbar», un preso radicalizado apuñaló este miércoles a dos funcionarios de prisiones y se atrincheró junto a su mujer en el módulo de visitas de una cárcel de Normandía. El preso, de 27 años, purgaba una larga condena por haber secuestrado y matado a un hombre para robarle, y se había radicalizado en prisión. La ministra de Justicia francesa no dudó ayer en calificar el ataque de «terrorista», mientras se investiga si fue la mujer quien introdujo en la prisión el cuchillo cerámico con el que Michaël Chiolo hirió de gravedad a los funcionarios.

El atentado tuvo lugar poco antes de las 10 de la mañana en la «unidad de vida familiar», una suerte de apartamento reservado para que los reos puedan recibir a sus familias en las intimidad, en la que Chiolo se encontraba desde el lunes con su prometida. Cuando los funcionarios entraron para comunicarle que se había acabado su tiempo, el hombre se abalanzó sobre ellos con el cuchillo, alcanzando a uno de los vigilantes en el tórax y en la cabeza y al otro en la mandíbula y en la espalda.

LAS CLAVES

  • El ataque. «Había sangre por todas partes, la unidad parecíaun campo de batalla», relató un sindicalista

  • Apología del terrorismo. Chiolo incitó a otros internos a simular los ataques de París en el patio al grito de «¡Bataclan!»

Los heridos se encuentran graves y hospitalizados, aunque no se teme por su vida. Según la televisión pública francesa, habría sido la mujer la primera en atestar una puñalada a los funcionarios. La pareja se atrincheró entonces en el módulo y, según algunos medios franceses, aseguró tener un cinturón de explosivos.

Según el testimonio de un funcionario, «había sangre por todas partes. La unidad de vida familiar parecía un campo de batalla», relató Alassanne Sall, del sindicato FO-penitenciario a «France Info». Hasta la prisión se desplazaron varios equipos regionales de intervención y seguridad, especialmente formados para intervenir en situaciones de crisis, así como la unidad de élite de la policía. La de Condé sur Sarthe, en Normandía, «es una de las dos cárceles con más medidas de seguridad de Francia», ha señalado la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, que ha reclamado una inspección del centro.

Fascinado por el nazismo, Chiolo se había convertido en 2010 al islam. En 2012, junto a otros dos cómplices, secuestró en su domicilio a un hombre de 89 años, Roger Tarall, al que amordazaron y ataron a una cama para desvalijar la casa. Tarall, que cuando era joven había sido arrestado por la Gestapo y deportado al campo de concentración de Dachau, murió asfixiado. Chiolo fue condenado en 2015 a 30 años de prisión. Poco después de entrar en la cárcel se radicalizó al entrar en contacto con otros presos extremistas. En 2015 fue condenado a un año de prisión por apología del terrorismo. Al parecer, incitó a una veintena de reos a imitar los atentado de París y Saint Denis al grito de «¡Bataclan!».

Su compañera sentimental, Hanane A., de quien se sospecha que habría introducido el cuchillo cerámico dentro de la cárcel, no era conocida por los servicios de inteligencia. Este tipo cubiertos no son detectados por los arcos de detectores de metales y, según la ministra, los familiares que visitan a los presos no son cacheados si los arcos de seguridad no señalan la presencia de algún metal.

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