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Boris Johnson, en el Parlamento británico. Afp

Reino Unido no se marchará de la UE el 31 de octubre

Johnson desaprovecha la mayoría favorable al Acuerdo que pactó el jueves por intentar imponer una tramitación draconiana

Íñigo Gurruchaga

Corresponsal. Londres

Martes, 22 de octubre 2019

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Boris Johnson emprenderá un diálogo con la Unión Europea para acordar una extensión del 'brexit', después de que el primer ministro británico cumpliera su palabra retirando del Parlamento el Acuerdo de Retirada pactado el jueves después de que la Cámara de los Comunes aceptase su tramitación con una holgada mayoría pero rechazase tramitar en 48 horas la ley que lo traduce.

El Parlamento británico ha rechazado el calendario arrollador por 322 contra 308 y antes había dado el visto bueno inicial al proyecto de ley del Acuerdo de Retirada por 329 votos favorables frente a 299 contrarios. Johnson no cumplirá su deseo de abandonar la UE el 31 de octubre aunque anunció que acelerará los preparativos para una marcha abrupta. De nuevo adopta una conducta contraria a la mayoría del Parlamento cuando él preside un Gobierno en minoría.

El resultado de las votaciones confirma, sin embargo, la mayoría existente en favor de poner fin a la saga del 'brexit' y sugiere que también existe para impedir la introducción de enmiendas- como cambiar la relación propuesta con la UE por una que incluya una unión aduanera- que llevarían a Johnson a renunciar al Acuerdo pactado e intentar que el Parlamento acepte su disolución y la convocatoria de elecciones. El laborista Jeremy Corbyn le ofreció un diálogo para pactar una marcha consensuada de la UE.

El Parlamento recibió el proyecto de ley, unas 250 páginas entre el texto legal y las explicaciones, a última hora de la tarde del lunes y el responsable del Gobierno para las relaciones con la Cámara de los Comunes, lord Rees-Mogg, justificó el calendario porque dos leyes habían sido también tramitadas celéricamente en fechas recientes. La comparación era escandalosa.

Las muy breves leyes que mencionó sumaban entre las dos cinco folios y la oposición las introdujo para impedir una marcha sin acuerdo, en marzo o este octubre. Eran simple cuestiones de procedimiento, mientras que esta ley que traduce el Acuerdo modifica la constitución legal británica de modo quizás permanente. Rees-Mogg sentenció que una semana era suficiente para liberarse «del yugo imperial» de la Unión Europea.

Electoral

La urgencia del Gobierno para aprobar la ley obedece a intereses electorales. Boris Johnson se ha comprometido- «a vida o muerte», «antes muerto en una zanja que pedir una extensión», son frases célebres- a marcharse de la UE exactamente el 31 de octubre. Su deseo se apoya en sentimientos más extendidos. 'Ha llegado el momento de acabar con la indecisión' o 'en la política hay un día en el que hay que mirarse en el espejo' fueron frases repetidas a lo largo del debate. El rebelde conservador, Oliver Letwin, advirtió a sus colegas de que lo que tenían que votar es simplemente mejor que 'lo peor', la marcha sin acuerdo.

Un diputado laborista, Joshua Reynolds, que representa a una circunscripción del nordeste de Inglaterra, recordó a los Comunes que también fueron presionados para votar urgentemente para que el Gobierno notificase a Bruselas su intención de marcharse de la UE. Él también votó. «Todos lo juzgamos ahora precipitado, un desastre para el interés nacional», dijo. Y añadió no había tenido tiempo para evaluar las consecuencias de este acuerdo para las industrias de su comarca.

Los laboristas, que habrían tenido un fuerte enfrentamiento sobre la conveniencia de un segundo referéndum en la reunión de su Ejecutiva, durante la mañana, tuvieron una digna puesta en escena para combinar la denuncia del acuerdo por su líder, Jeremy Corbyn, y la decisión de algunos diputados que representan a circunscripciones 'brexit'ers de votar en las filas conservadoras.

Johnson prometía protecciones adicionales a los derechos laborales, a las normas medioambientales, aunque se empeñó en la negociación con Bruselas en que se eliminasen las páginas que se referían a ellas en el Acuerdo de Retirada de Theresa May y se ofrece en la nueva Declaración Política un horizonte de divergencia que es coherente con su ambición de tener libertad para firmar acuerdos comerciales con otros países.

Las promesas a izquierda o derecha de Johnson se toparon con la obstinación ilustrada de los unionistas norirlandeses. Aseguró 'absolutamente' que la peculiar situación de separación aduanera del resto de Reino Unido en la que queda Irlanda del Norte- que el Acuerdo explícitamente dice que entrará en vigor al menos por cuatro años- cambiará cuando él firme el nuevo tratado de libre comercio con la UE, de tal modo que se integre plenamente todo el territorio. Dos diputados unionistas se pusieron en pie sucesivamente para reprocharle que osara pronunciar en el Parlamento tal mentira.

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