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Boris Johnson. Afp
Un Johnson herido desafía de nuevo al Parlamento británico

Un Johnson herido desafía de nuevo al Parlamento británico

Presentará a votación el Acuerdo de Retirada para anular el solicitado aplazamiento de la fecha del 'brexit'

Iñigo Gurruchaga

Londres

Domingo, 20 de octubre 2019

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Cincuenta millones de manzanas se están pudriendo por falta de inmigrantes para la recolección, según el 'Daily Mail', y los agricultores británicos temen más pérdidas por desperdicio en las cosechas de coles de Bruselas o repollos, pero el Palacio de Westminster no parece afectado por las estaciones del año y esta semana cultivará más mociones y más enmiendas.

El ministro para el 'brexit', Stephen Barclay, plantará la semilla del desenlace de la larga saga presentando este lunes en la Cámara de los Comunes el proyecto de ley de la Unión Europea (Retirada), que si se aprobase sin modificaciones por los miembros de los Comunes y de los Lores consumará la marcha británica de la UE, si el acuerdo alcanzado el pasado jueves es también ratificado por el Parlamento Europeo.

Acto seguido, el primer ministro, Boris Johnson, defenderá una moción en la que propone que se aprueben tres documentos: el Acuerdo de Retirada pactado con la UE, la Declaración Política que describe las aspiraciones sobre la futura relación y una declaración del Gobierno sobre el mecanismo que seguirá la autonomía norirlandesa para aceptar o rechazar el estatus singular que tendría en Reino Unido y en la UE.

Esta moción trata de anular el efecto de la enmienda Letwin, según su autor. Ésta fue respaldada por una mayoría de diputados el sábado y condiciona la aprobación del Acuerdo de Retirada a que se complete la tramitación del proyecto de ley. El portavoz de los Comunes, John Bercow, decidirá si es legítimo presentar una moción que, si no en la letra sí en el espíritu, es la misma que propuso el sábado y fue enmendada.

La Asamblea de Belfast se reúne de nuevo desde enero de 2017, cuando la dimisión del vice primer ministro principal, Martin McGuinness, del partido Sinn Féin, desencadenó el colapso de las instituciones autonómicas compartidas. La desorientación del Partido Democrático Unionista (DUP), que se siente traicionado por el protocolo irlandés pactado por Johnson, y las tensiones sobre asuntos domésticos con el Sinn Féin no auguran un final feliz. El partido Alianza ya ha anunciado que no acudirá.

Boris Johnson envió en la noche del sábado la carta que había prometido que nunca enviaría a Donald Tusk, solicitando una extensión del Brexit. La envió sin su firma y acompañada de otra carta, esta firmada, en la que explica que su misiva es una obligación legal dictada por el Parlamento y sugiere a la UE que no se apresure en conceder la extensión. A pesar del subterfugio, habría evitado la intervención de los tribunales.

La tentación del laborismo

Si es así, Johnson es un hombre libre para recoger el fruto de su osadía. Ministros del Gobierno mostraron su convicción, en la pasarela dominical de las entrevistas a políticos en las televisiones, en que hay una mayoría en el Parlamento en favor del acuerdo. Si su moción es rechazada por Bercow, aún queda la tramitación de la ley del Brexit, que de concluir en una aprobación sin enmiendas zanjaría el Brexit.

Pero los laboristas han confirmado que están dispuestos a ofrecerle a Johnson la tentación de la manzana prohibida: un voto favorable a su acuerdo a cambio de que se someta a referéndum. Y también que pueden proponer una enmienda de su proyecto de ley que deje a Reino Unido en una unión aduanera con la UE y con alineamiento estrecho de las normas del mercado común.

Al éxito diplomático de Johnson por el acuerdo con la UE le siguen las consecuencias de actuar con un Gobierno sin mayoría en el Parlamento como si le sobrasen poderes. La oposición no le ha concedido las elecciones que podrían liberarlo, porque antes quieren pudrir su carisma.

 Farage prefiere una ampliación

El líder del Partido para el 'brexit' y uno de los grandes rostros del movimiento a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, Nigel Farage, ha abogado por una extensión del plazo de salida, inicialmente fijado para el 31 de octubre, que permita la celebración de nuevas elecciones en lugar de aceptar directamente el Acuerdo de Retirada pactado entre Bruselas y el primer ministro británico, Boris Johnson.

«Quiero elecciones generales, y una ampliación del plazo nos permitiría celebrarlas, lo que me parece una opción mucho mejor que firmar un acuerdo por el que seguimos vinculados a una legislación internacional que nos ata las manos en política exterior y en muchas, muchas, muchas otras áreas», explicó a la cadena británica Sky News.

Ridiculizado el pasado jueves por la oposición, al defender el retraso del 'brexit', Farage insiste en que su opción preferida sigue siendo la salida sin acuerdo el día 31. «Es el único 'brexit' que merece la pena conseguir», dado que el acuerdo de Johnson «implica trabajar para igualar las condiciones con el resto de Europa, lo que significa que seguimos sin controlar por completo nuestra legislación, y eso no es un 'brexit': es, simplemente, un nuevo tratado europeo»

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