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Italia deja a Irlanda como único país europeo sin testamento vital

Aprueba una ley que permite rechazar el alargamiento artificial de la vida en caso de quedar incapacitado o por una enfermedad terminal

DARIO MENOR

Viernes, 15 de diciembre 2017, 01:06

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Roma. Italia dejó ayer de ser un caso raro entre sus socios europeos con la aprobación en el Parlamento de la ley sobre el testamento vital, con el que cada persona puede dejar por escrito o grabar en un vídeo si desea o no recibir tratamiento médico, comida e hidratación para prolongarle la vida en caso de quedar incapacitado o por sufrir una enfermedad terminal. La normativa consiguió completar el trámite legislativo pese a la oposición de las formaciones de derechas, que temen que se trate de un primer paso para legalizar la eutanasia.

El izquierdista Partido Democrático (PD) y el Movimiento 5 Estrellas dejaron por un día su áspera rivalidad para votar a favor de esta ley que fue aprobada definitivamente en el Senado por 180 votos a favor, 71 en contra y 6 abstenciones. Con esta decisión del Parlamento de Roma, Irlanda queda como el único país de Europa occidental sin una ley de este tipo. Entre las naciones de la zona oriental del Viejo Continente son en cambio minoría las que otorgan esta libertad al paciente.

Aprobar el testamento vital va a ser probablemente de las últimas cosas que hagan los diputados y senadores italianos en esta legislatura a punto ya de concluir. Se espera que el presidente de la República, Sergio Mattarella, disuelva las Cámaras en dos semanas y que se celebren elecciones generales el 4 de marzo. No habrá tiempo para que concluya el trámite parlamentario de la ley sobre el 'ius soli', que concedería la nacionalidad a los extranjeros nacidos en Italia. La normativa actual les obliga cumplir los 18 años y a pasar todo ese tiempo residiendo de forma continua en el país.

Con la venia del Papa

Pese a esta cuenta pendiente, el gobernante PD cierra la legislatura con varias iniciativas legislativas de gran calado social aprobadas, ya que antes llegaron las uniones homosexuales y el divorcio breve. Habrá que ver si el próximo Gobierno no da marcha atrás con el testamento vital. Los parlamentarios conservadores ya anunciaban ayer su voluntad de tumbarlo si ganan las elecciones. «Es una chapuza y un precursor de la eutanasia», se quejaba Gian Marco Centinaio, senador de la Liga Norte.

Pese a estas críticas, los redactores de la ley han hilado fino para no ganarse la enemistad del Vaticano, cuya opinión siempre hay que tener en cuenta a la hora de aprobar avances sociales en Italia. La normativa permite la objeción de los médicos por motivos religiosos y no contempla la eutanasia ni el suicidio asistido, respetando así de los límites marcados por el Papa en un discurso el pasado noviembre, cuando criticó el «ensañamiento terapéutico» que sufren algunos pacientes.

«Es moralmente lícito renunciar a la aplicación de métodos terapéuticos o a su suspensión, cuando su empleo no corresponde al criterio ético o humanístico que conocemos como el 'cuidado proporcional'» del paciente al final de su vida, comentó. Aquellas palabras fueron vistas en Italia como una suerte de 'bendición' al testamento vital y ayudaron a convencer al ala más religiosa del PD.

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