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Boris Johnson y Jean-Claude Juncker. Reuters

La UE esperará a Reino Unido antes de entregar otro aplazamiento al 'brexit'

Bruselas se pliega a la estrategia de Francia de no confirmar la prórroga hasta que Londres diga si irá a las urnas en diciembre

salvador arroyo

Bruselas

Viernes, 25 de octubre 2019, 13:10

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Cuando un club tan heterogéneo como la UE baraja distintas estrategias, cualquiera de ellas puede prosperar. Y si pivotan sobre algo tan volátil como el 'brexit', el resultado puede llegar a ser cuanto menos llamativo. Los embajadores permanentes de los Veintisiete en Bruselas tenían el plan de confirmar este viernes la tercera prórroga que otorgarán a Reino Unido. Pero después de dos horas de reunión decidieron que lo mejor era seguir esperando. No habrá pronunciamiento hasta el lunes o el martes, lo que nos coloca de nuevo en el filo, a 48 horas de vencer la fecha (aún en vigor) del divorcio británico, el jueves 31. Pero que nadie lo dude, habrá prórroga.

La cuestión es cómo venderla. Y Francia ha convencido con la estrategia de que el precio sea (o al menos lo parezca) caro. Después de anunciar Boris Johnson el jueves su intención de convocar elecciones anticipadas para el 12 de diciembre, Bruselas quiere saber si lo conseguirá. Si le saldrá bien o va de farol. Y hasta que esa incógnita no se despeje, no entregará más tiempo. El juego del gato y el ratón de toda la vida.

LOS CÁLCULOS DEL PRIMER MINISTRO:

  • 37% sería el apoyo electoral del Partido Conservador de Boris Johnson, según encuestas de las últimas dos semanas. Los laboristas obtendrían un 25%; los liberal-demócratas, un 18%; otro 11% iría a parar al Partido del Brexit y los Verdes se harían con un 5%. Según recoge el analista Willis Sparks en GZero, los porcentajes de voto no anticipan de modo preciso los escaños, pero Johnson bien podría obtener un mandato para cerrar el 'brexit'.

  • .Una apuesta de riesgo. Que se lo pregunten a su antecesora, Theresa May, que perdió la mayoría absoluta en las elecciones de 2017 que ella creyó, erróneamente, que reforzarían a su partido para abandonar la Unión Europea.

  • ¿Segundo referéndum? Unas elecciones anticipadas no tendrían que ser un segundo referéndum sobre el divorcio del club comunitario. Pero si se celebran con el Brexit aún no resuelto, esa única cuestión seguramente determinará el resultado.

  • Un rival débil y dividido. El 'premier' puede ver al líder laborista como un adversario débil que iría a los comicios dividido por el 'brexit'. Debe conciliar a los votantes 'brexiters' del norte con los partidarios de la permanencia en la UE en Londres.

El 'premier' necesita dos tercios de la Cámara de los Comunes para activar esos comicios, lo que exige que al menos una parte de la oposición laborista lo respalde con su voto en la sesión del lunes. Jeremy Corbyn, su líder, deslizó a última hora del jueves que decidiría después de que se anunciara la prórroga. Un mensaje desafortunado. «No vamos a resolver un problema que no hemos creado nosotros» fue durante meses el mantra a este lado del Canal de la Mancha. Así que freno de mano y parada en seco. «Excelente discusión» comentaba Michel Barnier al abandonar la reunión con los altos diplomáticos comunitarios poco antes de las doce del mediodía. Pero «sin decisión», zanjó.

A estas alturas nadie duda de que la noche de Halloween está muerta y enterrada como 'deadline' (fecha límite). En este sentido no hay fisuras en la UE: se concederá una prórroga y ésta se acabará pactando por unanimidad, como exige el protocolo. Además, teniendo en cuenta la «tranquilidad» (o 'prudencia') con la que se están tomando el calendario, parece más que evidente que convocar a los líderes a una cumbre extraordinaria contrarreloj ha quedado definitivamente descartado. Cuando se rubrique el nuevo aplazamiento será siguiendo el llamado 'procedimiento escrito', la vía rápida de una declaración formal pactada con las capitales.

Un plazo flexible

«Los embajadores de la Unión Europea a Veintisiete acordaron el principio de una prórroga y que el trabajo continuará en los próximos días. Seguimos todo lo que sucede en Londres con mucha atención», subrayó la portavoz del Ejecutivo comunitario, Mina Andreeva, en la rueda de prensa que siguió al Coreper (el encuentro de altos diplomáticos, el Comité de Representantes Permanente en Bruselas).

Westminster votaráel lunes si apoya las elecciones anticipadas propuestas por Johnson

Pero al ¿cuánto tiempo? es a lo que no se dio respuesta. La propia Comisión Europea, el Parlamento, Donald Tusk y líderes como el irlandés Leo Varadkar han defendido públicamente que se debe respetar la fecha de referencia del 31 de enero, la que Westminster impuso a Boris Johnson y que este comunicó a Bruselas el día 19. A partir de ahí, la opción es que tenga un carácter flexible; que permita a Reino Unido irse antes, si antes concluye toda la legislación necesaria para dar validez legal al acuerdo que Westminster aceptó el martes (un hito, si se tiene en cuenta que anteriormente lo rechazó en tres ocasiones).

En el discurso público Francia se inclina desde hace días por un margen más comprimido, de unas semanas, puramente técnico. A esa tesis le puso voz su ministra de Asuntos Europeos, Amelie de Montchalin, que la noche del jueves, con el órdago electoral de Jonson ya sobre la mesa, dijo a la cadena de televisión RTL que «dar más tiempo, sin cambios políticos, sin ratificación, sin elecciones, sería inútil». Una postura que carga la presión sobre los Comunes y, al mismo tiempo, suma en favor de la estrategia de Boris Johnson. Quién lo iba a decir.

El laborismo enfría la opción electoral

«Es hora de que Jeremy Corbyn se comporte como un hombre», desafió Boris Johnson a un oponente político del que depende su última iniciativa: la convocatoria de elecciones el 12 de diciembre. El líder laborista ignoró la apelación tabernaria del primer ministro y se concentró en enfriar las expectativas de que vaya a pedir el respaldo de su partido a una llamada a las urnas en una fecha «extraña por muchos motivos», entre ellos que «está muy cerca de Navidad». Pero, sobre todo, «antes tenemos que retirar de la mesa la posibilidad de un 'brexit' sin acuerdo» y ver qué resolvía ayer la Unión Europea. Pero Bruselas prefirió mantener el suspense.

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