Merkel advierte de que lo peor de la pandemia está por llegar

La jefa del gobierno germano subrayó que las actuales y elevadas cifras de infecciones que se registran en Alemania aún no reflejan los efectos de las celebraciones navideñas y de Año Nuevo, a la vez que comentó que los hospitales trabajan en muchas regiones del país al límite de sus capacidades para atender los casos más graves. Estos hechos justifican que el «cierre duro» de la vida pública en este país se haya prolongado hasta principios de febrero, dijo Merkel, quien recordó que el objetivo de las estrictas restricciones es conseguir que las oficinas sanitarias puedan rastrear de nuevo las cadenas de contagios al reducir la incidencia del virus a menos de 50 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en una semana, cuando ninguna ciudad o región alemana baja actualmente los 100 y muchas superan los 200.

«La prudencia en estas difíciles semanas de enero y la consideración hacia los demás darán sus frutos», aseguró la jefa del gobierno germano, para la que «son duras, pero imperiosamente imprescindibles» las medidas adoptadas desde antes de Navidad y que se prolongarán hasta febrero para frenar la propagación de la enfermedad. Entre ellas el cierre de colegios y guarderías, comercios que no vendan artículos de primera necesidad, todos los bares y la gastronomía, así como todos los centros culturales o deportivos.

«Cuanto más consecuentes seamos hoy, más rápidamente recuperaremos la situación de control y más breve será el tiempo en el que tengamos que vivir con estas restricciones», afirmó Merkel en su videomensaje, en el que expresó su esperanza de que el inicio de la campaña de vacunación contribuya a mejorar la situación. La canciller federal aseguró que las vacunaciones se irán acelerando e incrementando poco a poco y que habrá suficiente vacuna para toda la población que desee inocularse.