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ATLAS ESPAÑA
Miércoles, 12 de septiembre 2018, 16:35
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Para Viktor Orban, el Parlamento Europeo no está sancionando la deriva antidemocrática de su gobierno; sino su mano dura con los extranjeros. "Hungría va a ser condenada porque no acepta ser un país de inmigrantes". El temor es que el primer ministro húngaro radicalice aún más su postura. Y se alíe con aquellos que -como el británico Farage, buscan romper Europa."Venga y únase al club del Brexit. Le va a encantar". Esta mañana, el presidente de la Comisión ha anunciado medidas que podrían apaciguar a los xenófobos europeos. Juncker propone un mayor blindaje de la Unión con la creación de un cuerpo de fronteras europeo, que debería tener diez mil agentes en el año 2020. También acelerar la devolución de los inmigrantes ilegales. Para compensar, ha criticado el veneno pernicioso del nacionalismo: "El nacionalismo que rechaza y detesta a los otros". Frente a este, ha defendido el patriotismo que no va contra nadie.
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