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Una multitud de personas protesta por el atentado en un pub gay que ha acabado con la vida de dos personas. afp
Noruega, en máxima alerta terrorista tras el atentado que dejó dos muertos en un pub gay

Noruega, en máxima alerta terrorista tras el atentado que dejó dos muertos en un pub gay

El autor del ataque, que también causó 20 heridos, cuenta con un «largo historial de violencia» y fue detenido por la policía

DIANA MARTÍNEZ

Domingo, 26 de junio 2022, 00:13

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Noruega está en alerta máxima tras el ataque terrorista perpetrado por un hombre armado en la madrugada de ayer contra un pub del colectivo LGTBI que acabó con la vida de dos personas e hirió a otra veintena en el centro Oslo. El crimen, cuyo presunto autor -un ciudadano noruego de origen iraní de 42 años y conocido por las autoridades- fue detenido, se investiga como un atentado terrorista, según explicaron las fuerzas de seguridad del país, por lo que se ha elevado a cinco -«excepcionalmente alto»- el nivel de amenaza, detalló el responsable del Servicio de Seguridad Policial (PST), Roger Berg.

Los disparos se produjeron hacia la una de la mañana en la calle Rosenkrantz, donde se ubica el London Pub. Las autoridades desplegaron efectivos de refuerzo por toda la ciudad para acabar arrestando minutos después al sospechoso, que tenía antecedentes y ha sido acusado, según fuentes policiales, de «asesinato, intento de asesinato y ataque terrorista». El individuo procede de la parte kurda de Irán y cuando era niño llegó como refugiado con su familia al país nórdico.

El sospechoso «tiene un largo historial de violencias y amenazas», declaró ayer Berg en una rueda de prensa. De hecho, los servicios de inteligencia encargados del antiterrorismo lo tenían en su radar «desde 2015 por preocupaciones respecto a su radicalización» y su pertenencia «a una red islamista», pero las conversaciones con él del mes pasado no concluyeron que tenía «intenciones violentas», añadió.

Problemas mentales

Las autoridades también reconocieron «dificultades relacionadas con la salud mental» del detenido, precisó el jefe de los servicios de inteligencia. Su abogado, John Christian Elden, indicó a la agencia noruega NTB que esperaba que su cliente sea sometido a «observación judicial» para determinar su estado mental, como suele ocurrir en los casos graves.

De nacionalidad noruega y residente en la capital, el supuesto autor del crimen había sido previamente condenado por delitos menores, entre ellos 120 días de cárcel por drogas en 2016. No obstante, tres años después fue arrestado por intento de asesinato y posesión ilegal de un arma de fuego y de un cuchillo en un lugar público, aunque nunca fue condenado por ello.

En este último caso, el hombre tiroteó en el exterior del London Pub, en pleno centro de Oslo y repleto de gente, para después continuar los disparos frente a un bar aledaño, el Per pa Hjornet, donde murieron dos personas. «Tenía aspecto muy decidido sobre el lugar al que apuntaba. Cuando entendí que era grave, corrí. Había un hombre sangrando tumbado en el suelo», relató una joven al diario 'Verdens Gang'. De la veintena de heridos, siete personas fueron ingresadas en el Hospital Universitario Ulleval, a unos tres kilómetros del lugar de los hechos, mientras que otra fue trasladada a Akershus, a 20 kilómetros de la capital. Otros centros sanitarios de emergencia de la zona recibieron al resto de afectados. Según la policía, sus vidas no corren peligro.

Por recomendación de las fuerzas de seguridad y con el fin de evitar nuevas amenazas en la capital, se optó por cancelar la marcha del Orgullo. Aunque sí se colocaron banderas arcoíris y una ofrenda floral en la esquina de la calle Rosenkrantz como muestra de solidaridad.

El rey noruego Harald lamentó lo ocurrido. «Mi familia y yo estamos horrorizados por la tragedia. Nos solidarizamos con todos los familiares y afectados y enviamos cálidos pensamientos a todos los que ahora están asustados, inquietos y afligidos», dijo.

Este país nórdico es generalmente pacífico. Su última jornada sangrienta tuvo lugar el 22 de julio de 2011, con un atentado bomba en la sede del Gobierno en Oslo y un tiroteo en la isla de Utoya. En total, 77 muertos.

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