Borrar

La llegada de más ayuda a Líbano, pendiente de las reformas políticas y económicas

La conferencia de donantes comprometió 253 millones de euros, pero un primer cálculo oficial eleva los daños hasta los 12.700 millones

MIKEL AYESTARAN

JERUSALÉN.

Jueves, 13 de agosto 2020, 00:05

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las protestas que han vuelto a Beirut tras la explosión en el puerto han obligado a dimitir al Gobierno, pero para lograr cambios en el sistema la presión internacional deberá sumarse a la de las calles. El presidente francés, Emmanuel Macron, fue el primer alto cargo en visitar la semana pasada la capital libanesa tras el desastre que costó la vida a 200 personas y destrozó media ciudad, y entonces y dio un ultimátum a los dirigentes para que introdujeran reformas.

Advertencia

El ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, también viajó a Beirut donde, tras visitar la zona cero, se entrevistó con el presidente libanés, Michele Aoun a quien le advirtió que «es imposible que las cosas sean como antes. La comunidad internacional está dispuesta a invertir, pero necesita garantías. Es importante tener un Gobierno que combata la corrupción», aseveró.

La entrada de alimentos al país por el puerto se ha reactivado y se espera tener reservas de harina para cuatro meses

La teleconferencia de donantes del fin de semana recaudó 253millones de euros para ayuda de emergencia, una cantidad muy alejada de las necesidades sobre el terreno en un país que ya tenía una economía hundida. Una primera estimación oficial cifra en 15.000 millones de dólares (cerca de 12.720 millones de euros) los daños materiales, según anunció ayer vía Twitter el propio Aoun. Otras fuentes, sin embargo, creen que el impacto total podría finalmente duplicarse hasta 30.000 millones.

El nuevo Ejecutivo deberá, en todo caso, revisar el plan de rescate que el anterior negociaba desde mayo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aquellas conversaciones quedaron congeladas, debido al nulo progreso en las reformas exigidas por el organismo internacional.

Sanciones a cargo públicos

Otro problema al que se enfrenta el país es la nueva ley que el Congreso de EE UU debate para imponer sanciones a aquellos cargos públicos libaneses por «su relación con Hizbolá y la violación de derechos humanos», según el periódico Asharq al-Awsat. El Partido de Dios es considerado «organización terrorista» por Washington y, según el diario saudí, el portavoz del parlamento, Nabih Berri, sería uno de los nombres en la lista de sancionados por la estrecha relación entre su partido, Amal, y Hizbolá.

En medio del caos político y el dolor, el puerto de Beirut retomó ayer su actividad de forma parcial, lo que asegura la entrada de alimentos al país. Según el Gobierno en funciones, «hay unas reservas de 32.000 toneladas de harina que, sumadas a las 110.000 que llegarán en dos semanas, garantizaría el suministro para cuatro meses».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios