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Los liberal-demócratas de Swinson se incorporan al frente contra el 'Brexit'

El tercer partido británico, que crece ante el declive de conservadores y laboristas, promete revocar la salida de la UE si llega al Gobierno

ÍÑIGO GURRUCHAGA

LONDRES.

Lunes, 16 de septiembre 2019, 00:27

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El Partido de los Liberal-Demócratas aprobó ayer por mayoría aplastante, expresada a mano alzada, presentarse a las próximas elecciones con la promesa de revocar la salida de la Unión Europea si obtiene una mayoría para formar Ejecutivo. Su nueva líder, Jo Swinson, explicó en una entrevista con la BBC que «si la población nos pone en el Gobierno, parar el 'brexit' es exactamente lo que conseguirán».

Es improbable que los electores den a los 'lib-dems' una mayoría para gobernar. Su promedio en los últimos sondeos es del 16% en intención de voto y su líder es una desconocida cuya experiencia administrativa se limita a cargos menores en el Gobierno de coalición con los conservadores de David Cameron, entre 2010 y 2015. La decisión de hacer campaña para revocar el 'brexit' intenta reducir esas barreras.

El partido es el resultado de la fusión entre el viejo Partido Liberal, que presidió gobiernos en Reino Unido hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, y del Partido Socialdemócrata, nacido en 1982 como una escisión de los laboristas tras la victoria de Margaret Thatcher, tres años antes. Hasta 1988 formaron una alianza, pero la fusión no se tradujo en notables aumentos electorales.

Tiene ahora cerca de 120.000 miembros, casi el doble de los que quedaron en 2015, tras su colaboración con la política de austeridad inspirada por los conservadores de Cameron. De 57 escaños y 22% de votos en 2010 pasaron a ocho y 7,9% en 2015, y a doce y 7,4% en 2017. Tiene ahora 17 diputados, por la suma a sus filas de tres desertores conservadores y dos laboristas.

El precedente de Jenkins

Tanto los tradicionales liberales como los socialdemócratas eran partidarios de la unidad europea. El único británico que ha ocupado la presidencia de la Comisión Europea fue Roy Jenkins, uno de los fugados del laborismo liderado por Michael Foot -político con algunos rasgos similares a los de Jeremy Corbyn-, que se unió a la nueva Alianza que pareció capaz de quebrar el bipartidismo.

Si la tendencia de los sondeos refleja el estado de la opinión pública, Boris Johnson obtendría hoy una mayoría de 30 o 40 escaños. Hasta el reciente auge de los 'tories', los dos grandes partidos han pasado desde abril sin superar un 30% de intención de voto. El bipartidismo es ahora amenazado por los 'lib-dems' y por la emergencia del Partido del Brexit, que quiere una marcha sin acuerdo.

La decisión de promover la revocación tiene ventajas y riesgos. Los liberal-demócratas compiten con los conservadores en unas cincuenta circunscripciones en las que los resultados han sido ajustados en los últimos comicios. Presentarse ante votantes conservadores como una alternativa a un Gobierno que contempla la marcha sin acuerdo puede darle réditos. Revocar de hecho el resultado del referéndum de 2016 sin convocar un segundo puede ahuyentar a más de un votante preocupado por las consecuencias. Swinson ha manifestado tras la votación en la conferencia de su partido que seguirá colaborando con otros partidos de la oposición -laboristas, independentistas escoceses y verdes- para abogar por una segunda consulta.

La política de revocación «porque estamos estancados», en palabras de Swinson, pretende claridad cuando los ministros que eran más firmes sobre la marcha sin acuerdo hacen cola ante las cámaras de televisión para subrayar el compromiso de Johnson con lograr un acuerdo en sus negociaciones con la UE.

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