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Protesta en Westminster. :: efe
Johnson regresa triunfante ante la votación de mañana

Johnson regresa triunfante ante la votación de mañana

En un camino marcado más por lo sentimental, el primer ministro no tiene asegurado el apoyo de su Parlamento

ÍÑIGO GURRUCHAGA CORRESPONSAL

Viernes, 18 de octubre 2019, 00:04

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londres. Boris Johnson regresa a su país con otro papel. Como Theresa May en el final de 2018. Entonces, los fanáticos del 'Brexit' compararon las casi seiscientas páginas del documento que suscribieron su antecesora y la Unión Europea con el folio que aireó Neville Chamberlain a su regreso de Múnich, en octubre de 1938, en el que con su firma y la de Adolf Hitler se garantizaba la paz en Europa.

Johnson se ve como un descendiente de Winston Churchill y tiene motivos para mostrar con sus dedos la uve de la victoria. Ha doblegado a la UE para eliminar la original salvaguardia irlandesa, que era intocable. Logró negociar bilateralmente con Irlanda, cuando era inadmisible. Y Reino Unido recuperará tras más de cuatro décadas, al final de la transición, la libertad de comercio con todo el mundo.

El 'Brexit' se rige por los sentimientos y no presta atención ni siquiera a 'brexiters' como el exministro conservador, Peter Lilley. Este experto en negociar tratados afirma que no son esos papeles los que suben el comercio, si no la capacidad de un país de producir bienes que otros quieren comprar.

El triunfo de Johnson puede ser efímero en la historia general de Reino Unido, pero para que no sea instantáneamente pírrico debe obtener también la aprobación del acuerdo por el Parlamento, en una sesión extraordinaria prevista para mañana. Las sumas de escaños más sofisticadas dicen que será rechazado por cinco votos y en cada uno de los bloques de votantes que se sientan en la Cámara de los Comunes hay larga historia del 'Brexit'.

Los unionistas norirlandeses del DUP ya han anunciado su oposición. Han perdido el poder de influir al Gobierno con sus diez diputados, pero esperan subrayar su importancia en la votación o bien ya en la tramitación apresurada de la ley necesaria para su ratificación, que debe terminar el 31 de octubre si Johnson cumple su promesa.

Los euroescépticos recalcitrantes en el grupo parlamentario conservador estudian en detalle el nuevo Protocolo sobre Irlanda del Norte, trece páginas sustanciales y cincuenta con las listas de las normas europeas afectadas. Casi todos guardarán silencio hasta el sábado. En sus tres votos contra el acuerdo de May invocaron su afecto por el DUP.

Entre los 21 diputados conservadores purgados por Johnson por votar en favor de la ley que quiere forzarle a pedir una extensión, se estima en 15 el número de los votarán en favor del acuerdo. Kenneth Clarke, Nicholas Soames, Oliver Letwin,... votaron siempre en favor del acuerdo de May y prometieron tras ser purgados que apoyarían cualquier acuerdo.

Independentistas escoceses, liberal-demócratas salvo uno, miembros del grupo de disidentes 'tories' y laboristas conocido como Independiente por el Cambio, nacionalistas galeses, la diputada verde... todos votarán en contra. Y entre los 35 diputados independientes que se sientan en este Parlamento hay variedad de gustos.

Mirando a los laboristas

La decisión depende de los laboristas. Su líder, Jeremy Corbyn, ha anunciado que su grupo votará contra el acuerdo, por crear una frontera entre Irlanda del Norte y Reino Unido y porque es peor que el de May. Habrá aranceles en el futuro comercio con la UE y se elimina del tratado la lista de compromisos de igualdad en la competencia: relaciones laborales, baremos medioambientales, ayudas del Estado a empresas... En la denominada Declaración Política, sin fuerza legal, se incluye mantener estándares altos en esas materias.

Es el 'brexit' de Trump, dice Corbyn. Pero algunos diputados, que no llegan a diez, ya han anunciado que votarán por el acuerdo. Los responsables del grupo parlamentario exigirán a sus miembros que voten por la convocatoria de un referéndum para decidir entre el acuerdo o la permanencia en la UE.

Si el acuerdo es derrotado, el asunto principal será la extensión. Johnson ya convenció al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, para que dijese que no aceptará una nueva prolongación. Pero el presidente del Consejo, Donald Tusk, no la descartó, aunque precisó que tendría que basarse en un motivo bien fundado.

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