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Los pasajeros hacen cola para pasar el test de coronavirus en el aeropuerto de Colonia (Alemania). EFE
El Gobierno alemán pide una autocrítica de las medidas contra el coronavirus

El Gobierno alemán pide una autocrítica de las medidas contra el coronavirus

La patronal y los sindicatos germanos advierten contra nuevo parón económico

R. C.

Domingo, 9 de agosto 2020, 09:37

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POR JUAN CARLOS BARRENA

El ministro federal de Economía, Peter Altmaier, ha exigido que se verifiquen las medidas tomadas hasta ahora en la lucha contra la epidemia de coronavirus. «Tras medio año de experiencia con el virus necesitamos tener claro desde el punto de vista médico que es lo que ha marchado mal y qué debe modificarse», declara Altmaier en los diarios del grupo Funke.

Tras señalar que «debemos evitar con todas nuestras energías un nuevo cierre económico», el político conservador califica de muy preocupante que la cifra de nuevos infectados supere ya por tercera jornada consecutiva el millar diario y subraya que «debemos aplanar y revertir esa tendencia, ya que están en juego la salud de todos, el retorno de los niños a los colegios y la recuperación de nuestra economía».

La patronal y los sindicatos alemanes desean evitar a toda costa un nuevo cierre económico ante el aumento actual de las infecciones por Covid-19 en este país. «Hemos aprendido que aunque se produzcan grandes brotes infecciosos no es necesario pararlo todo», señala Ingo Kramer, presidente de la Confederación de Patronales Alemanas (BDA) en el dominical 'Bild am Sonntag', ante el que se muestra partidario de los cierres localizados, el dictado de cuarentenas puntuales y las reacciones regionales ante posibles focos de contagio.

Kramer reconoce que para actuar de esa manera es necesario también contar con «ciudadanos responsables que no quieren arriesgar el contagio de grandes masas de personas al no respetar las obligaciones de guardar distancia física social y llevar la mascarilla puesta». El presidente de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB), Reiner Hoffmann, secunda en el mismo rotativo al líder patronal al subrayar que « si todos respetan las normas de higiene y distancia física social podremos evitar un segundo cierre económico».

Publico en los estadios

La federación alemana de médicos Marburger Bund ha criticado por ingenuos e irreales los planes de la federación para autorizar la presencia limitada de aficionados en los campos de fútbol de la Bundesliga. «No puedo imaginarme como los hinchas van a celebrar un gol de su equipo en la grada respetando una distancia de seguridad de dos metros», afirma Susanne Johna, presidenta de la organización en declaraciones a la agencia germana DPA.

«Cuando los aficionados acuden a un estadio es para estar juntos y festejar juntos, algo comprensible desde el punto de vista humano», destaca la doctora e higienista, que subraya ser muy crítica con los planes elaborados por los equipos miembros de la Liga Alemana de Fútbol (DFL). Pendientes de su aprobación por las autoridades, el concepto para el retorno de los fans a las gradas contempla, además de limitar el aforo de los estadios, la emisión de entradas personalizadas que permitan los rastreos ante eventuales contagios, la prohibición de la venta de alcohol y el cierre de las tribunas de a pie en los campos de fútbol.

Las gestiones para la compra de más de 6.000 millones de mascarillas en plena pandemia del coronavirus por el Ministerio federal de Sanidad amenazan con convertirse en un escándalo y una operación ruinosa para el gobierno federal. El dominical 'Welt am Sonntag' revela que según la competente Audiencia de Bonn 48 suministradores han presentado una denuncia civil contra el Gobierno germano por el impago total o parcial de sus mercancías.

Fuentes del tribunal señalaron que cada semana se acumulan una media de diez denuncias más. Otro centenar de suministradores de material médico para combatir el Covid-19 están preparando con ayuda de un equipo de abogados una actuación jurídica coordinada. Las empresas afectadas reclaman pagos atrasados que superan los 400 millones de euros, según cálculos de varios abogados.

Preguntado por el rotativo, el ministerio reconoció conocer solo 21 denuncias de impago por valor de 59 millones de euros. Un portavoz del mismo señaló que los «retrasos en los pagos» se deben a los defectos de calidad de algunos suministros y la presentación de facturas incorrectas.

La oposición presume que el Ministerio trata de evitar pagos tras comprobar que las compras de mascarillas han sido totalmente desproporcionadas y exageradas. «Perdieron absolutamente el control de las compras», afirman desde el partido de Los Verdes, mientras los liberales comentan que «el gobierno federal trata con creatividad burocrática evitar o retrasar los pagos».

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