Ocultan y retiran la obra central de la 'Documenta' de Kassel por antisemita

Obra del colectivo de artistas indonesio Taring Padi, el mural había provocado una enorme ola de críticas por su carácter antisemita, entre ellas las del Comité Internacional de Auschwitz, el Consejo Central de los Judíos en Alemania y el ministerio de Exteriores de Israel. Dos de las figuras pintadas en el lienzo resultaban sumamente ofensivas. La de un policía antidisturbios con rostro de cerdo, una estrella de David en su pañuelo al cuello y la palabra «Mossad» en su casco, en referencia a los servicios de inteligencia de Israel, y la de un demonio con ojos y dientes de vampiro, con los clásicos tirabuzones de los judíos ortodoxos, lengua viperina y un bombín con las runas de las SS, la guardia pretoriana de Adolf Hitler.

La dirección del certamen inaugurado el fin de semana y el colectivo Taring Padi decidieron finalmente ocultar el mural expuesto en la Friedrichplatz de Kassel. Tras subrayar su sorpresa por la polémica causada y asegurar que su obra «de ninguna manera tiene que ver con el antisemitismo», los artistas indonesios expresaron su «tristeza por el hecho de que algunos detalles del mural hayan sido malentendidos frente a su objetivo inicial» y se disculparon «por la heridas abiertas» por su obra. Antes se había producido una imparable avalancha de críticas, entre ellas las del propio alcalde de Kassel, Christian Geselle, quien dijo estar «furioso y decepcionado, ya que la ciudad y yo como alcalde nos sentimos avergonzados» por «algo que ha sucedido y no debía suceder».

La titular alemana de Cultura exigió además consecuencias mayores más allá de la retirada de la obra. «Debe averiguarse como ese mural con imágenes antisemitas ha podido ser instalado en ese lugar. Además exijo de los responsables de la 'Documenta' y los comisarios de la muestra que se aseguren y verifiquen que en la muestra no se van a exponer otras obras claramente antisemitas», señaló la política verde. Joseph Schuster, presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania, exigió también consecuencias de los responsables de la «Documenta» por «transgredir una línea roja», mientras la presidenta de la Comunidad Cultural Israelita de Múnich, Charlotte Knobloch se mostró «escandalizada por el descarado odio a los judíos» que muestra la polémica obra. No menos crítica se mostró la embajada de Israel en Berlín, para la que algunos elementos del mural recuerdan «la propaganda de Goebbels» y Christoph Heubner, presidente ejecutivo del Comité Internacional de Auschwitz, subrayó que «la humillante escenificación de personas judías está llena de tópicos antisemitas, muy conocidos para los supervivientes del Holocausto».

Meron Mendel, director del Museo de Anne Frank, fue el primero en dar la alarma y exigir la retirada de la polémica obra de la 15 edición de la «Documenta». El pasado sábado y durante la inauguración de la muestra el propio presidente federal de Alemania, Frank Walter Steinmeier, había criticado a los organizadores de la muestra y especialmente al grupo indonesio «Ruangrupa», comisario del certamen, por invitar a artistas o colectivos que apoyan el boicot cultural de Israel o son claramente antisemitas. «Voy a ser sincero: en las pasadas semanas no estaba seguro de estar hoy aquí», dijo el máximo mandatario alemán en su discurso inaugural, en el que advirtió de que el país responsable del exterminio de seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial no tolera ningún tipo de expresión antisemita, aunque si críticas a la política del estado de Israel. «Pero allá donde la crítica a Israel deriva en cuestionar su existencia, se rebasa el límite», dijo entonces Steinmeier.