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Los 70 años de reinado de la monarca británica se celebrarán en todo el Reino Unido. REUTERS
Los británicos se van de fiesta con Isabel II
Jubileo de Platino

Los británicos se van de fiesta con Isabel II

Desfiles, misas, conciertos o almuerzo vecinales en cuatro días de celebración de los 70 años de reinado

iñigo gurruchaga

Corresponsal. Londres

Miércoles, 1 de junio 2022, 19:22

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Los habitantes del Reino Unido celebrarán durante cuatro días el Jubileo de Platino de la reina Isabel II, que se sumará a diversos actos a pesar de los problemas de movilidad que padece a sus 96 años. Los fastos, que siguiendo la tradición serán deslucidos por la lluvia el sábado y el domingo, congregarán a millones de británicos en torno a la popular monarca.

Otra tradición británica es confundir a los foráneos. Las siete décadas de reinado en realidad se cumplieron en febrero. El primer evento, este jueves, es 'Trooping the Colour', celebración del cumpleaños de la reina en junio, aunque nació en abril. Más de mil soldados, 240 caballos y bandas militares desfilan desde su cuartel general, junto al palacio real, a Horse Guards Parade, explanada del Londres institucional.

En el pasado, la monarca capitaneaba el desfile a caballo. En los últimos años, en carruaje. En su reciente visita al Festival de Flores de Chelsea, se movió por el recinto a bordo de un coche eléctrico, parecido a los 'buggies' que se ven en los campos de golf. Se espera que aparezca en el balcón del Palacio de Buckingham para saludar el final del desfile y más tarde para ver el despliegue de la Real Fuerza Aérea.

La monarca ha pasado cinco días en el castillo de Balmoral, en Escocia, antes de regresar a Windsor, este martes. Acudirá el viernes a la misa de Acción de Gracias en la catedral de San Pablo, pero la prueba de sus dificultades es que, por tercera vez en su vida, no acudirá al Derby de Epsom, una de las grandes carreras del calendario hípico, la única que no ha ganado la cuadra de la reina.

Los 70 años de reinado de la monarca británica se celebrarán en todo el Reino Unido.
Los 70 años de reinado de la monarca británica se celebrarán en todo el Reino Unido.

También verá en televisión el espectáculo diseñado para festejar el reinado, el sábado, en tres escenarios con música, baile y breves loas de personalidades de la cultura, el entretenimiento o el deporte. La audiencia, de 22.000, incluye a 10.000 que lograron su entrada por sorteo entre el público y 7.500 empleados en servicios esenciales y en las fuerzas armadas; también voluntarios de organizaciones benéficas.

Las celebraciones terminan el domingo con un gran desfile por las calles circundantes al Palacio. La empresa contratada cuenta con grupos diversos para diseñar montajes que conmemoran su reinado y sucesos destacados de sus siete décadas: empezando quizás por la ascensión al Everest y terminando con el impacto de movimientos como el feminista 'Me Too' y el antirracista 'Black Lives Matter'.

Bálsamo

Calles comerciales, viviendas privadas y edificios públicos están adornadas con banderas y en decenas de miles de calles vecinales se han organizado, el domingo, almuerzos y pequeñas fiestas para fomentar los lazos de comunidad. La fiesta en torno a la admirada reina ofrece a los británicos- un 25% de ellos republicanos, según un reciente sondeo- una oportunidad quizás necesaria de gratificación.

Como en otros países, la pandemia deja en su estela una suma de trastornos inesperados y quizás también la extensión de un estado de ánimo más quejoso y agresivo. Quienes habían decidido aprovechar las vacaciones escolares y el Jubileo para pasar unas vacaciones al sol están encontrándose, por ejemplo, con colas, cancelaciones y amargura en aeropuertos, estaciones o puertos.

La renovación de pasaportes o de permisos de conducir, la policía y los juzgados, parecen desbordados. Comercios, restaurantes y factorías no encuentran empleados. En recientes partidos de fútbol, hinchas han saltado al césped tras la victoria de los suyos y han pegado a jugadores rivales. Hay un malestar con respecto a un Gobierno desordenado y de conducta turbia. Los precios se han disparado.

El Jubileo de una reina tan popular sería un bálsamo. «Es un lujo que los británicos podamos celebrar 70 años de reinado de Su Majestad, por la que siento una enorme admiración y respeto», afirma el embajador británico en España, Hugh Elliott. «Isabel II es un modelo a seguir, un ejemplo de entrega personal al servicio público y el auténtico símbolo del Reino Unido. En mi opinión, es la mejor diplomática del mundo».

Las grietas serán por supuesto inspeccionadas una vez más. ¿A qué actos acudirán Enrique y Meghan? ¿Protegerá públicamente la reina a su hijo Andrés, como hizo en el funeral de su marido Felipe? Conchita de Pablo, vallisoletana de 97 años, que llegó a Londres en 1956 para trabajar y aprender inglés, tiene una perspectiva más corrosiva del Jubileo que el morbo por esos pleitos.

Había visto imágenes de la coronación de Isabel en Barcelona, donde vivía antes de emigrar. Trabajó casi siete décadas en el servicio doméstico, con amas horrorosas o congeniando con mujeres aristocráticas como ama de llaves. Mira con aprecio su larga vida en Inglaterra, aunque no le gusta la de ahora. Y se compadece de esa «pobre mujer», la reina. No se cambiaría por ella, dice, porque no es una persona libre.

Las protestas se extienden por la Commonwealth

LOURDES GÓMEZ | Londres

Comparsas carnavalescas recrearán la coronación de Isabel II, en 1953, en un peculiar estilo afrocaribeño. Con bailes inspirados en el cine 'bollywoodense' se recordarán las más de siete décadas de matrimonio de la reina con el ahora difunto príncipe Felipe. Forman parte de los festejos populares del Jubileo de Platino diseñados para demostrar la diversidad cultural y étnica del Reino Unido. Pero en los antiguos dominios británicos asociados a la Commonwealth y que mantienen a la reina como Jefa de Estado, las celebraciones por sus 70 años en el trono han azuzado la llama republicana y las reivindicaciones para saldar las deudas de la colonización.

La polémica pasó a primer plano de la política australiana días atrás. El nuevo jefe de gobierno, Anthony Albanese, coronó la victoria de su formación laborista creando el cargo de «adjunto ministerial para la república». Los australianos decidieron continuar con Isabel II en la jefatura del Estado, en el referéndum de 1999, con el apoyo del 55% de los votos frente al 45% que abogó por el cambio constitucional. El sentimiento republicano apenas ha fluctuado desde entonces, del 39% en 2019 al 43% actual.

Albanese cree que la ruptura formal con la Corona es «inevitable» y algunos confían en que el efecto dominó del Caribe alcance Australia. Barbados se proclamó república (noviembre de 2021) en una ceremonia presidida por el heredero de Isabel II, el príncipe Carlos. Jamaica, Antigua y Bermuda enfilan ya por la misma senda.

Los duques de Westminster esquivaron protestas en Belice y despertaron el fantasma de los abusos coloniales y los símbolos imperiales en Jamaica. «Somos un país libre y liberal», les dijo el primer ministro Andrew Holness, antes de reafirmar la «genuina ambición» de la nación de desligarse de la corona británica. Poco después, reivindicaciones de reparación del legado esclavista y otras denuncias históricas enturbiaron la visita de los condes de Wessex, Eduardo y Sofía, a las islas de Santa Lucia y Antigua y Bermuda.

«La institución de la monarquía nunca podrá deshacer su pasado colonial ni desligar la profunda conexión de la familia real con la historia de la esclavitud, pero sus miembros deberían reconocerlo y enzarzarse en conversaciones que, por muy incómodas que les resulten, son necesarias. La monarquía ha de mantenerse relevante para sobrevivir. Pero parece una institución en declive, que no está preparada para afrontar los retos del momento», sostiene Omid Scobie, redactor palaciego y autor de 'Meghan y Harry. En Libertad'.

Racismo en la corte

Las alegaciones de racismo en la corte vertidas por los duques de Sussex han podido contribuir a la ola republicana que salpica el Caribe y que pone en riesgo la Commonwealth, según indicó el reportero. A los problemas internos de la familia hay que añadir la irrupción del 'Black Lives Matter' ('Las vidas negras Importan') y una dura política migratoria del gobierno conservador, que ignoró los derechos básicos de las primeras generaciones de migrantes caribeños.

Al ascender al trono, en 1952, Isabel II heredó la presidencia de la Commonweath, asociación voluntaria de naciones y dominios del antiguo imperio. Hoy cuenta con 52 miembros, incluidos Ruanda y Mozambique, que nunca fueron colonias vinculadas a Londres. Representa a unos 2.600 millones de habitantes y ha sido un interés constante en los 70 años de la era isabelina.

A la nonagenaria monarca se le considera la «cola» que une los distintos componentes de un club que podría resquebrajarse cuando el príncipe Carlos asuma la batuta presidencial a la muerte de su madre. El cargo no es hereditario, sino un deseo de la reina que los líderes de la Commonwealth aprobaron en 2018.

Más inminente es el riesgo de la descolonización en los territorios de la mancomunidad donde reina Isabel II. Son 15 actualmente de gran diversidad geográfica, demográfica y política. Incluyen, además del Reino Unido, a Canadá, Granada, Tuvalu, islas Salomón y, entre otros, Papúa Nueva Guinea, que se tiene como el más fiel reino asociado a la metrópoli británica.

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