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GERARDO ELORRIAGA
NAIROBI.
Sábado, 12 de agosto 2017, 00:52
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Estados Unidos, Europa y la Unión Africana han instado a la oposición keniana a reconocer su derrota en las elecciones presidenciales celebradas el día 8. La presión de Occidente pretende impedir una insurrección generalizada en el país, expectante ante la decisión final de Raila Odinga, el líder de la antigubernamental Super National Alliance (NASA), que rechaza las conclusiones provisionales y se ha autoproclamado vencedora. Su actitud podría alentar nuevos brotes de violencia en el valle del Rift y el cinturón de miseria de Nairobi. El embajador norteamericano en Nairobi ha asegurado que «Kenia no debe morir por una elección». Los esfuerzos diplomáticos parecen encaminados a convencer a los vencidos para que asuman el veredicto de las urnas y desactiven su amenaza de incendiar las calles.
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