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Gendarmes examinan equipajes con ayuda de un perro en el aeropuerto de Montpellier. :: P. GUYOT / afp
Europa pedirá siete euros para entrar en Schengen

Europa pedirá siete euros para entrar en Schengen

La UE imita las medidas de seguridad impulsadas por EE UU en 2009 y reclamará desde 2021 una autorización digital a los extracomunitarios

ADOLFO LORENTE CORRESPONSAL

BRUSELAS.

Jueves, 26 de abril 2018, 00:26

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Si ha viajado alguna vez a Estados Unidos desde 2009 esta historia no le sonará a chino. En su intento de blindar las fronteras del espacio Schengen de la amenaza terrorista o de la inmigración ilegal, la Comisión Europea propuso en noviembre de 2016 la creación de un sistema electrónico de autorización previa de viaje (Etias, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es detectar a posibles sospechosos y denegarles la entrada antes de que lleguen al espacio Schengen. Es una suerte de 'hermano gemelo' del ESTA norteamericano (vigente desde 2009) y será obligatorio para todos los extracomunitarios que ya no necesitan visado de entrada a partir de 2021. Así lo acordaron ayer el Consejo y el Parlamento, que han elevado de cinco a siete euros el coste propuesto y rebajado el periodo de validez de los cinco hasta los tres años. ¿Caro? En Estados Unidos, cuesta catorce dólares (11,5 euros).

«El acuerdo constituye otro importante paso en la protección de las fronteras exteriores. Saber qué personas se dirigen a la UE antes incluso de que lleguen a la frontera nos permitirá estar en mejores condiciones de detener a aquellas que puedan plantear una amenaza para nuestros ciudadanos», se ha felicitado Valentin Radev, ministro de Interior de Bulgaria, país que este semestre ostenta la presidente rotatoria del Consejo.

Tras el plácet político de ayer (era el paso clave), ahora comienza la tramitación burocrática para que tanto el Legislativo comunitario como los países den el 'ok' definitivo al Etias. El sistema se aplicará a los nacionales de terceros países exentos de visado. Antes de iniciar su viaje, tendrán que solicitar y en su caso obtener una autorización electrónica. Para cada solicitud, la tasa es de siete euros. Con este dinero, se financiará tanto el coste del sistema, cifrado en torno a 200 millones, y su presupuesto anual, de unos 85.

LAS CLAVESLa medida busca blindar las fronteras frente a la amenaza terrorista o la inmigración ilegal El trámite, bautizado como Etias, no garantiza la entrada y afectará a terceros países sin visado

Estos datos se contrastarán automáticamente con las bases de datos de la UE y otras bases 'ad hoc' de Interpol para determinar si existen motivos para denegar la autorización de viaje. El silencio administrativo será positivo. Es decir, que si nadie dice nada, ni se enciende la temida bombillita roja, la autorización de viaje se expedirá automáticamente, «que es lo que sucederá con la gran mayoría de la gente», según el Consejo.

Por contra, si salta alguna alerta, la solicitud será tratada manualmente por las autoridades competentes, sobre todo nacionales. La expedición o denegación de una solicitud en este tipo de supuestos se efectuará a más tardar 96 horas después de la presentación de la solicitud o, si se ha solicitado información adicional, 96 horas después de la recepción de dicha información.

Los autobuses, más tarde

Antes del embarque, «los transportistas aéreos y marítimos tendrán la obligación de verificar que los nacionales de terceros países sujetos a una autorización estén en posesión de una válida». Respecto a las compañías internacionales que transporten grupos por carretera en autocar, esta obligación se hará efectiva a partir del tercer año de entrada en vigor del Etias. Es decir, que como muy pronto estaríamos hablando de 2024.

Lo que sí debe quedar claro, recalcan fuentes comunitarias, es que «a autorización de viaje no conferirá un derecho de entrada o estancia automático; la decisión definitiva corresponderá a la guardia de fronteras».

La medida fue presentada por el Colegio de Comisarios el 16 de noviembre de 2016, en plena conmoción terrorista tras los atentados de París o Bruselas. «La seguridad de nuestras fronteras y la protección de nuestros ciudadanos es nuestra gran prioridad», recalcó entonces el vicepresidente primero, Frans Timmermans. «Al detectar a individuos problemáticos e impedir su llegada, fortaleceremos la seguridad interior de Europa y esto es algo que debemos hacer de forma conjunta, unidos», recalcó, por su parte, el comisario de Seguridad, el británico Julian King. «La apertura de Europa no se hace a costa de su seguridad», apostilló el comisario de Migración, Dimitris Avramopoulos.

Dicho y hecho. Ayer, los embajadores de los 28 ante la UE alcanzaron un acuerdo con los negociadores del Parlamento, que ahora comenzará la tradicional tramitación para su aprobación definitiva en comisión y luego en pleno. Larga vida al Etias, previo pago de siete euros, claro.

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