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El Ejército chino lanza la primera advertencia

Z. ALDAMA

HONG KONG.

Lunes, 7 de octubre 2019, 00:31

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Nada ni nadie es capaz de detener la intensa y larga oleada de protestas en Hong Kong. Ni la Policía, por mucho que se emplee a fondo con todo el material antidisturbios a su disposición, ni leyes de emergencia como la que ahora prohíbe taparse el rostro. Ayer, decenas de miles de personas volvieron a salir a las calles y el caos que se vive desde el pasado 1 de julio volvió a secuestrar una ciudad paralizada por las confrontaciones

Se vivieron escenas de máxima tensión en varios momentos. La primera, en la zona de Kowloon, tuvo como protagonista a un taxista que arremetió con su vehículo contra los manifestantes, que después le propinaron una paliza y destrozaron su coche.

En la isla de Central, muchos se llevaron una gran sorpresa al ver cómo el Ejército Popular de Liberación lanzaba la primera advertencia desde el tejado de los barracones en los que está confinado. Con un megáfono y una bandera anunció que los manifestantes serían arrestados. En Demosisto, el partido que lidera el activista Joshua Wong, se preguntaban si dicha actuación no sería el primer paso de una futura intervención del Ejército chino.

Catapulta casera

A lo largo de toda la tarde se sucedieron escenas que ya se han hecho habituales: botes de gas lacrimógeno, balas de goma, arrestos y enfrentamientos de todo tipo. Los antigubernamentales incluso utilizaron un par de excavadoras para detener el avance de la Policía y construyeron una catapulta casera con cañas de bambú y una maleta. Pero no la llegaron a utilizar. La tumultuosa jornada acabó con un hombre arrestado en un restaurante después de haber amenazado a los manifestantes con un cuchillo.

La mayoría de los jóvenes que protestan desde hace meses acusa al Gobierno de escalar el conflicto con decisiones como la que tomó el viernes, cuando decidió invocar la Ordenanza de Procedimientos de Emergencia para prohibir el uso de mascarillas. «En vez de tratar de rebajar la tensión y aceptar nuestras exigencias, Carrie Lam -jefa del Ejecutivo- está destruyendo Hong Kong con su deriva autoritaria», criticó un manifestante llamado Simon Lau.

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